A los títulos de protección de reserva de la biosfera y del diploma europeo a la conservación, se suma su inclusión a la lista de Sitios Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. En el 2006, la gestión del Parque es transferida del Estado al Gobierno de Aragón.

En 1982, el parque nacional pasa a denominarse de Ordesa y Monte Perdido y se extiende hacia los valles de Añisclo, Escuaín y Pineta. Abarca la vertiente española del macizo calizo de Monte Perdido.

En 1963, tras dos años de trabajo, se inaugura el refugio de Góriz. Para facilitar el transporte de los materiales se trazó el camino en zigzag desde el circo de Soaso hasta los llanos de Góriz.

Tras la guerra aparecen los turistas, pero llegar a estos valles tenía más dificultades: era necesario un salvoconducto para desplazarse. El Distrito Forestal de Huesca reclama un presupuesto para reparar la red de caminos.

En los años 30, el parque cuenta con tres guardas forestales que velan por el cumplimiento de la normativa de protección y realizan informes. Con el estallido de la guerra civil, toda esa labor se interrumpe.

En agosto de 1918, se declaran parque nacional las 2.088 hectáreas del valle de Ordesa o del río Ara con un real decreto de Alfonso XIII. Dos años más tarde, se inaugura oficialmente.

Los pirineístas, mucho antes de la protección del parque nacional, ya ensalzaban el valor natural de estos valles y montañas. El gran impulsor de la protección fue Lucien Briet, entre otros.