El menor de 10 años que se electrocutó a finales del mes pasado en el Centro Aragonés del Deporte (CAD) del Actur, en Zaragoza, evoluciona favorablemente de la nueva operación a la que tuvo que someterse el viernes. La descarga, producida al tocar una valla a la que daba corriente un armario eléctrico, le causó una quemadura en el hueso craneal --afortunadamente, sin dejarle lesiones cerebrales-- por la que fue intervenido; le colocaron una placa para favorecer la regeneración ósea, y aparentemente, según fuentes familiares, está funcionando.

El proceso va "muy poco a poco", indicaron las mismas fuentes, por lo que continuará ingresado. Mientras, la investigación sobre el incidente y la responsabilidad del Gobierno de Aragón --propietario del CAD-- y/o del Ayuntamiento de Zaragoza --por la instalación eléctrica-- sigue bajo secreto de sumario.