A falta de cuatro días para la celebración de las elecciones a rector en la Universidad de Zaragoza (serán el próximo martes), los aspirantes José Antonio Mayoral, Ana Isabel Elduque, Carmen Marcuello y Jesús Santamaría se vieron este jueves las caras en un debate electoral online donde defendieron las líneas estratégicas de sus programas en un formato dividido en tres bloques y en el que los candidatos se ajustaron, unas veces más y otras menos, a los tiempos establecidos y fijados previamente.

Mayoral, actual rector en funciones, defendió, como es lógico, su «experiencia» al frente de la institución en los últimos cuatro años para continuar en el cargo. Aludió a su capacidad para «responder de manera inmediata» a las urgencias postcovid, tras haber gestionado la institución en plena pandemia y haber alcanzado una relación mucho más cercana con el Gobierno de Aragón y su entorno. «No es momento de experimentar», dijo.

Por contra, y obviamente también dentro de la lógica que se le supone a quienes quieren desbancar» en el campus público. Fueron muchas las propuestas lanzadas en materia de estudiantado y docencia; investigación y proyección; y gobernanza y personal. Por encima de ellas hubo varias que se repitieron en numerosas ocasiones como la «excesiva» burocracia que existe en la Universidad de Zaragoza, que enreda procesos que «se pierden» en diferentes departamentos. «Existe una burocracia interna inasumible que debe terminar», aseguró Santamaría. «Se genera desinformación o duplicidades de trámites y para una mejor organización nosotros planteamos la ventanilla única, que ayude en la gestión», explicó Elduque.

Marcuello, por su parte, compartió esa ingrata tramitación administrativa, pero también apuntó a la necesidad de «fomentar la participación» de toda la comunidad y crear «canales más eficaces de diálogo y encuentro» que agilizarían burocracia.

Docentes y estudiantes / El envejecimiento de las plantillas o la «precariedad» de los contratos fue otra piedra angular que acaparó varios minutos de un debate moderado por el periodista Samuel Barraguer. Se trata de un problema del que adolece el campus público desde hace años, pero que, ante la previsión de numerosas jubilaciones en los próximos años, exige una rápida respuesta.

«Hay un abuso de figuras que están al límite legal, como es el caso de los profesores asociados. Hay que eliminar la precariedad y eso incluye abordar con la DGA_un plan de estabilización de docentes y jóvenes investigadores», defendió Elduque. «La temporalidad es muy alta, la carrera profesional es precaria y eso es algo que queremos mejorar y cambiar», añadió Marcuello. «Percibo desmotivación entre el personal por la falta de reconocimiento a su esfuerzo y talento. Nos va a venir una oleada de jubilaciones muy difícil de reponer y debemos pensar en ello», matizó Santamaría.

Por su parte, Mayoral expuso cifras y defendió que la presencia de personal asociado (sobre todo en la rama de Ciencias de la Salud) es algo que también exige la ley. El rector en funciones, en el apartado de estudiantes, aseguró que seguirán «bajando las tasas y subiendo las becas de manera sostenible», mientras que apuntó al proyecto de universidad europea Unita, que permitirá «una enorme flexibilidad» al estudiante para que diseñe su currículo.

Investigación / Elduque abogó por «adaptar las metodologías» docentes, dudó de la viabilidad de las dobles titulaciones y señaló que «la gran asignatura pendiente» son los más másteres. Marcuello, por su parte, señaló que hay que «revisar» las tasas, «estudiar» el mapa de titulaciones y reforzar un campus virtual «que lleva 20 años sin actualizarse», señaló.

Santamaría consideró que los planes de estudios de la universidad «están desconectados de la realidad» y apuesta por un cambio para poder terminar con «los datos de paro» de los egresados. Además, este candidato aseguró que la investigación «está maltratada» en el campus aragonés, a lo que Marcuello añadió la «brecha de género» que existe en este área. «Solo el 23% de los grupos los lidera mujeres», reseñó. Elduque, por su parte, trazó su objetivo en «transferir el conocimiento» a la sociedad y Mayoral defendió la captación de fondos y el retorno de hasta 60 investigadores.