Los hogares de los ciudadanos que proceden de fuera de la Unión Europea (UE) son los que presentan un mayor grado de exclusión en Aragón. Así lo refleja el VIII informe Foessa sobre exclusión y Desarrollo Social, elaborado por la Fundación Foessa y Cáritas, que señala que el 17,4% de quienes residen en la comunidad (220.000 personas) se encuentran en esta situación.
Pero la crisis económica ha hecho mella, sobre todo, en algunos colectivos especialmente sensibles y entre ellos figuran los inmigrantes. De esta forma, el informe subraya que el 38% de los hogares sustentados por personas de nacionalidad extracomunitaria se encuentran en situación de exclusión. El porcentaje se reduce al 27,5% en el caso de los hogares que sobreviven gracias al sustento de una persona procedente de la UE. A pesar de ello, el colectivo inmigrante representa tan solo algo más del 25,2%.
De hecho, el informe incide en que el mayor riesgo de rechazo social se concentra en los hogares que conviven con menores de edad (23,7%), en los monoparentales (24,3%) y en los de familias numerosas (50%). Además, la mayoría de estas personas son de nacionalidad española.
Otros datos sobre la omisión social que nos ofrece este estudio, coordinado por Guillermo Fernández, de la Fundación Foessa y que cuenta con la colaboración de Cáritas Aragón, hacen referencia a aquellos hogares cuyo sustentador principal es menor de 30 años (22,3%), aquellos domicilios en los que principal apoyo económico carece de estudios (19,6%) o aquellas viviendas cuya referencia interna sea extranjero comunitario con un porcentaje del 27,5%.
No obstante, el VIII Informe Foessa refleja que la prevalencia de la exclusión social se presenta principalmente en aquellos hogares cuyo sustentador principal se encuentra en el paro y está buscando empleo, en este caso se habla de un 63,5% de la población aragonesa excluida. Otro dato que aporta este estudio está vinculado al sexo de la persona que mantiene económicamente el hogar que padece exclusión social: hombres (14,9%) y mujeres (11%).
Transmisión intergeneracional/ Son muchos los factores que influyen en la situación social de estas personas marginadas, pero los datos obtenidos con la Encuesta Foessa destacan la considerable trascendencia que tiene la transmisión intergeneracional en este tipo de problemas relacionados con la pobreza y los hogares.
Este componente hace referencia a la influencia que tiene el lugar en el que nacen y se crían las personas -unas viviendas con escasos bienes materiales e ingresos reducidos- en la probabilidad de heredar la exclusión.
También influye decisivamente el hábitat y el tipo de barrio, de forma que el 48% de los hogares que residen en barrios degradados y marginales se encuentran en esta situación de exclusión frente al 10,9% de los que viven en barrios en mejores condiciones. El informe subraya al respecto que el riesgo de caer en esta situación se cuadruplica cuando se vive en una zona degradada.