Hasta ahora, el colegio zaragozano Emilio Moreno Calvete, en el barrio de Delicias, era único por no disponer de comedor. No hay otro centro de la capital que carezca de este servicio, a pesar de las continuas demandas desde el centro. Pero aquella exclusividad podría ser historia bien pronto. Porque la Administración estudia la posible implantación del comedor en un colegio que sueña con ese momento. En principio, quedaría ubicado en el gimnasio y ya se habría estudiado el presupuesto de lo que costaría la instalación.

En todo caso, la Administración se protege apelando a que todavía no se ha comunicado qué centros serán destinatarios de los planes de cocina. La incertidumbre, pues, continúa. «La gente pregunta si tenemos comedor y jornada continua y cuando decimos que no, se van a otros colegios», lamenta su director, Ángel Vidal.

Pero ahora todo puede cambiar. El Moreno Calvete ha sido el único de Aragón donde el cambio a la jornada continua ha obtenido un respaldo unánime de las familias. Los 170 votos emitidos (el 93% del censo) dijeron sí al cambio. «Era una demanda de las familias, que no dejaban de pedir la jornada continua. Esto es un centro pequeño con mucha movilidad a lo largo del año y espero que la jornada continua y el comedor doten de una mayor estabilidad a la población escolar y no se produzcan tantas altas y bajas durante el curso», indica su director.