El exconseller de Cultura Lluís Puig ha destacado este martes que el principal perjuicio de la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña fue lo que, en su opinión, constituye el «expolio» de las obras de arte de Sijena, que estaban retenidas ilegalmente en el Museo de Lérida.

En una comparecencia por videoconferencia desde Bélgica ante la Comisión de Investigación del Parlament sobre la aplicación del artículo del 155, Lluís Puig ha indicado que este último provocó «incertidumbre» e «indefensión» en el sector de la cultura catalana.

Desde su punto de vista, sin embargo, «el perjuicio mayor» que provocó el 155 fue el supuesto «expolio de las obras de arte de Sijena que estaban en el Museo de Lérida y que pertenecen en propiedad a la Generalitat», olvidando que el espacio expositivo de la ciudad catalana las tenía en régimen de mero depósito.

Estas obras fueron enviadas a Villanueva de Sijena, donde radican sus legítimas propietarias del monasterio existente en la localidad, cuando no se había agotado el litigio judicial que estaba en marcha.

Según Puig, la cultura catalana «no está más subvencionada que otros ámbitos, como el de las empresas, por ejemplo, pero el 155 generó incertidumbres y muchos problemas», ya que los programas de colaboración entre entidades y la Generalitat «quedaron paralizados».

Parte de los bienes de Sijena fueron devueltos a Aragón en diciembre del 2017, tras un complejo proceso judicial que demostró que las piezas reclamadas eran propiedad de la comunidad religiosa instalada en el cenobio monegrino.

Los objetos de arte incluían desde ataúdes a esculturas, pasando por tablas que en su día formaban parte de retablos. Todas estas piezas demostraban el esplendor que alcanzó el monasterio de Villanueva de Sijena a lo largo de los siglos. Se dispersaron a raíz de la guerra civil y de los actos de pillaje de que fue objeto el lugar de oración y recogimiento con la excusa de salvar su patrimonio artístico.