El Gobierno de Zaragoza quiso vender el cese de la gerente de la sociedad Zaragoza Cultura, Elena Laseca, como una decisión apalabrada y «consensuada». Y nada más lejos de la realidad. Aunque el pasado 28 de febrero, y tras haber sido cesada, Laseca evitó pronunciarse al respecto, el acta de la sesión evidencia el malestar de la funcionaria. «Los miembros del consejo que se reúnen -solo miembros de Zaragoza en Común (ZeC)- no son quienes me nombraron, sino quienes me cesan. Cese, por cierto, no consensuado, así que me van a perdonar que no se lo agradezca», declaró. Según el acta, en su despedida parafraseó un diálogo de una película que, a su juicio, evidenciaba su situación en la sociedad, es decir, que no se tenían en cuenta sus opiniones : No es que no tengan en cuenta sus opiniones, es que, sencillamente, no la ven. «Yo estoy en condiciones de afirmar lo mismo y no me refiero a los trabajadores», dijo en referencia a Rivarés.

Así de clara se mostró Laseca después de escuchar por boca del vicepresidente de la sociedad, Fernando Rivarés, los agradecimientos por su labor al frente de Zaragoza Cultural. Unas palabras que criticaron desde la oposición, que le acusó de «cínico» por ser quien la nombró y quien decidió apartarla tras manifestar su disconformidad con la reestructuración que pretende llevar a cabo y colocar a su mano derecha al frente, Saúl Esclarín. ZeC podrá hacerlo ahora que tiene mayoría en los consejos de administración después de que el 9 de febrero Pedro Santisteve cambiará las normas del juego.

Ayer, durante la comisión de Economía, los grupos de la oposición criticaron duramente al concejal por su actuación y la de su Gobierno. La comisión se centró en un cruce de acusaciones por «el golpe de Estado» que ZeC dio en las sociedades. Sin embargo, para Rivarés, el golpe lo dieron PP, PSOE y Ciudadanos (Cs) cuando a finales de febrero decidieron dimitir en su cargo de liquidadores de la sociedad Zaragoza @Expo. Explicó que se ha solicitado un informe sobre la situación jurídica y mercantil de la sociedad previo a la convocatoria de la junta general que decidirá quién será el nuevo liquidador.