El vicepresidente del distrito de Santa Isabel, Angel Gálvez, criticó el mal estado en el que se encuentra la avenida principal del barrio y exigió al Ministerio de Fomento (organismo al que pertenece la vía) que concluya las obras que se iniciaron hace más de un año.

"En la confluencia de la avenida con la calle Mendiano hay un rebaje enorme de 15 metros de largo por unos 50 centímetros de ancho y estos hundimientos se repiten a lo largo de todo el trazado que cruza el barrio", explicó a este diario el vicepresidente.

Hace ya tiempo se le pidieron explicaciones a Fomento por los relieves del pavimento. Según argumentaron fuentes ministeriales, los hundimientos se deben al paso de unos desagües subterráneos que atraviesan la avenida paralelos a la calzada.

"Fomento se comprometió a asfaltar toda la calle pero, al final, de los 1.500 metros que tiene sólo arregló los 100 primeros que más cercanos están al puente de entrada al barrio. Lo que ahora reclamamos es que se retomen los trabajos y que se actúe en el centro de la avenida, en pleno corazón de Santa Isabel, que es donde más falta hace", dijo Angel Gálvez.

Después de renovar el pavimento del primer tramo de la avenida, el ministerio alegó que no disponía de más presupuesto para seguir hasta el final. De esto ha pasado ya un año y ahora el vicepresidente del distrito espera que con los nuevos presupuestos se acuerden del barrio.

UN PROBLEMA ENQUISTADO El firme de la N-II a su paso por Santa Isabel es un problema desde hace años, ya que según los vecinos no se asfalta desde hace quince años, por lo que el estado de la calzada es muy deficiente. "La carretera está destrozada, rajada y cuarteada, lo que provoca que los coches den numerosos botes durante la travesía", indicaron a este diario fuentes vecinales.

Hay que tener en cuenta que este tramo tiene un notable flujo de vehículos de gran tonelaje, lo que ha contribuido a deteriorar la calzada, que tras cruzar el barrio tiene categoría de carretera nacional.

Los vecinos también se quejan desde hace tiempo de las complicaciones para circular por Santa Isabel, por la configuración de las calles transversales y por la densidad de tráfico. Muchas de las calles no tienen salida, lo que obliga a los conductores a difíciles maniobras y a incorporarse a la avenida.