La organización Ecologistas en Acción reclamó ayer al Ministerio de Medio Ambiente que renuncie a construir 32 embalses en España, 9 de ellos, en territorio aragonés. Los conservacionistas denunciaron que estas obras son "altamente impactantes" y que suponen "la principal y más irreversible" agresión medioambiental del último siglo.

Las nueve presas rechazadas que están en territorio aragonés son la regulación de los ríos Alcanadre, Beranuy, Vero, Matarraña (embalse de La Fresneda-Torre del Compte), Grío (Mularroya), Mezquín (Ciscar), Aragón (recrecimiento de Yesa), Gállego (Biscarrués) y Esera (Santaliestra).

Sólo las tres últimas obras tienen oposición en la comunidad aragonesa, por ser consideradas grandes embalses con fuertes impactos territoriales. El resto nunca ha encontrado detractores en Aragón, pero en opinión del colectivo ecologista deben eliminarse.

De hecho, la comunidad trabaja actualmente para lograr un nuevo acuerdo hidráulico alrededor de estos tres proyectos polémicos que pongan fin a las luchas entre los defensores de los embalses y quienes se oponen a su construcción. Dicho acuerdo está llamado a sustituir al histórico Pacto del Agua del 92, que fue apoyado por unanimidad.