La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) y la Asociación Independiente en defensa de la Salud pidieron ayer en el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza la adopción de medidas para reducir los posibles efectos en la salud de los ciudadanos de la presencia en algunos edificios de la capital de antenas de telefonía móvil.

Eduardo Izquierdo, de la Asociación Independiente en defensa de la Salud, explicó que su organización ha recibido centenares de quejas de vecinos de varios barrios de Zaragoza que residen en fincas cercanas a donde están ubicadas estas antenas, en las que aseguraban sufrir diferentes transtornos de salud provocados, según ellos, por la presencia de estas instalaciones de telecomunicación. "En concreto tenemos un listado de hasta 200 personas con diferentes patologías que aseguran que desde que se instalaron las antenas en las cercanías de sus casas han comenzado a sentirse mal".