Ricla exhibe este fin de semana la calidad de su agricultura en la II Feria de la cereza y el ajo tierno, productos, sobre todo el primero, en los que la localidad se ha convertido en todo un referente nacional. Buena prueba de ello son los 11 millones de kilos de producción que lograron el año pasado con sus 1.200 hectáreas de cerezos.

El alcalde de la localidad, Ignacio Gutiérrez Carnicer, señaló que «gracias a la agricultura Ricla ha conseguido aumentar su población en 1.000 habitantes (llegando a los 3.000) en los últimos diez años». El campo «genera trabajo y consigue asentar a la población», afirmó, y la feria lo pone en valor.

El consejero de Desarrollo Rural de la DGA, Joaquín Olona, pudo constatarlo en una visita a la feria, ayer.