Los familiares de las 62 víctimas del Yak-42 tendrán hoy todos sus ojos puestos en la ministra María Dolores de Cospedal, que comparece en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados para presentar el dictamen del Consejo de Estado que precipitó la marcha de Federico Trillo como embajador en Londres.

«Todas nuestras esperanzas están puestas en lo que va a decir», subrayó ayer Granada Ripollés, miembro de la asociación de afectados y hermana del comandante José Manuel Ripollés, una de los fallecidos en el accidente aéreo, ocurrido en Turquía el 23 de mayo del 2003, cuando se estrelló un avión de UM Airlines en el curso de un viaje de vuelta de Afganistán.

«Estamos expectantes», reconoció Granada. «No sabemos qué dirá, pero nosotros queremos que se abra una investigación que aclare los puntos oscuros del accidente, como la cadena de subcontrataciones», añadió la hermana de la víctima.

Los familiares también se preguntan qué pasó con la documentación de los 43 contratos anteriores al del Yak-42 que se estrelló. «Es preciso saber qué ocurrió con esos contratos», explicó Granada.

Con respecto a Trillo, los familiares consideran que no debería incorporarse como letrado mayor al Consejo de Estado, precisamente el organismo que la pasada semana dictaminó la responsabilidad del ministerio de Defensa en el accidente de aviación cuando él estaba al frente del mismo.

«No tiene sentido que se admita a una persona que hasta ahora, en los casi 14 años transcurridos desde la tragedia, no ha hecho más que eludir sus responsabilidades», subrayó.