El experto biólogo del Instituto Pirenaico de Ecología, Vincenzo Penteriani, considera que los osos que habitan las zonas montañosas más salvajes se desplazarán con el tiempo hacia zonas más humanizadas, lo que generará más conflictos con el hombre. Una reflexión que de cumplirse afectaría a Aragón, ya que está amenazada por la presencia de osos que habitan en zonas limítrofes con Francia y Cataluña.

En el estudio de Penteriani, liderado por investigadores del CSIC y publicado en la revista Global Change Biology, se advierte que este desplazamiento se producirá mayoritariamente hacia tierras bajas de Asturias, donde la densidad de población es más alta.

Los investigadores han analizado los efectos del cambio climático sobre los recursos que sirven de alimento a los osos de la cordillera Cantábrica, y cuya población estiman que podría reducirse a la mitad en los próximos cincuenta años. El estudio prevé que la distribución de los robles pirenaicos y pedunculados se desplazará principalmente hacia el norte de Asturias, donde la densidad de población y las infraestructuras humanas es la más alta.

En consecuencia, «los osos de las zonas montañosas más salvajes se moverán hacia zonas más humanizadas» y, por tanto, habrá más conflictos con el hombre y el oso, avisó Penteriani.

El informe concluye que para conservar las poblaciones de oso pardo habría que tener en cuenta la magnitud de los cambios forestales y llevar a cabo «una planificación más dinámica dirigida también a reducir el impacto del cambio climático en los paisajes boscosos», concluye el experto italiano.