La Fundación Giménez Abad y el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) celebra hoy en Zaragoza sus Jornadas sobre Terrorismo, en las que ha participado el catedrático de Historia Contemporánea Fernando García de Cortázar, quien ha censurado duramente la "halitosis moral" de quienes aún sienten simpatía por las soflamas del terrorismo del nacionalismo de izquierdas, el que en España encarna ETA.

García de Cortázar ha intervenido en la mesa redonda "Aproximación al terrorismo desde sus orígenes histórico-conceptuales", donde ha insistido en que los defensores de los terroristas y los ideólogos de sus acciones no tienen "dos dedos de escrúpulo moral".

A su juicio, "la justificación política" es lo que da un carácter específico a la violencia terrorista, que considera que el ser humano es solo "un medio" para conseguir fines superiores.

En el caso concreto de ETA, que surgió tras las revoluciones de 1968, en el marco de una oleada auspiciada por el nacionalismo de izquierdas, trató, como el IRA en Irlanda, de someter a la población a sus dictados.

Ningún país de Europa, excepto Irlanda, según el catedrático, ha contado con "un grupo de fanáticos seducidos por el brillo del crimen" como ETA, que sumó a sus asesinatos un "discurso de justificación" haciendo creer que los crímenes encarnaban una causa.

Según este experto, eso está en el origen de los "vítores" y "aclamaciones" que recibieron los terroristas y en su presencia, ahora, en las instituciones democráticas.

"Aquí se ha matado en masa por un concepto aberrante de patria y por el repudio de España, país al que se desea liquidar", ha lamentado García de Cortázar, quien ha insistido en que son "criminales" y que como tales deberían de ser perseguidos, "igual que quienes les proporcionaban cobertura ideológica".

Ha rechazado además cualquier tipo de negociación con quienes son "torpes y viles asesinos" y ha recalcado que en la permanente disposición al diálogo que hacen algunos se manifiesta "una farsante ideología", porque si todo puede ser objeto de diálogo, entonces "los principios y valores son negociables".

ETA, ha considerado García de Cortázar, está ya "inserta" en la sociedad y en las instituciones y "hace lo que quiere", y por eso "ya no tiene necesidad de matar".

En la actualidad, la sociedad se enfrenta a una nueva oleada terrorista, la del integrismo religioso, que busca la "expresión violenta de sus dogmas" y "la aniquilación de los enemigos de su fe".

El analista principal del IEEE, Federico Aznar, ha sido el encargado de presentar las jornadas, que se desarrollan con el objetivo principal, ha dicho, de "recuperar a las víctimas para la sociedad" cuando "su drama" es que "son aburridas".

Ha asegurado que "deben de ser arropadas por la sociedad por la que han dado su sangre".

Las jornadas tratan de dilucidar el concepto de terrorismo, en tanto en cuanto no hay una definición internacionalmente acordada, y por eso en las sesiones se han incluido ponencias que ponen el fenómeno en relación con la guerra, con la literatura, con la sociología, con las instituciones o con la política.

El teniente coronel del Ejército de Tierra Andrés González ha precisado que al analizar el terrorismo es "un error" centrarse solo en las víctimas, sino que hay que ir al origen del fenómeno, que está en un "desafío al orden político", porque supone "un chantaje" y un deseo de "colocar una pistola encima de la ley".