La sima que se abrió bajo la casa azul de Calatayud y que ha condenado al derribo a este céntrico edificio de cinco plantas se debe a la existencia de una corriente subterránea de agua, un canal de comunicación directa con el río Jalón que cruza el casco urbano bilbilitano y junto al que se levanta este bloque de 52 viviendas.

Así lo recoge en sus conclusiones el informe elaborado por el científico José María Rodríguez Ortiz, doctor ingeniero de Caminos y catedrático de Mecánica del Suelo de la Universidad Politécnica de Madrid.

El ayuntamiento encargó a este especialista un estudio pormenorizado para conocer cuál era la situación del subsuelo y las causas que habían provocado esta sima, que obligó el desalojo de urgencia del bloque el pasado 10 de noviembre.

COMO UNA PISCINA OLIMPICA El informe, al que ha tenido acceso Efe , indica que en el terreno en el que se encuentra este inmueble hay una gran cueva de unos 3.500 metros cúbicos que, según han indicado fuentes municipales, es el equivalente "al volumen de la piscina olímpica de Calatayud".

Según este científico, para que las corrientes subterráneas de agua que llegan al río desde los cerros que rodean la ciudad pudieran provocar una sima de esta dimensión harían falta 3.700 años y no es concebible que no se hubiera detectado cuando se construyó esta casa.

Por eso, considera que el origen se encuentra realmente en la existencia de un canal subterráneo que conecta con el río Jalón y que hace que discurra de forma permanente un caudal de agua por el subsuelo, que se acelera con subidas y bajadas del nivel del río.

CASO POCO COMUN Según se indica en este informe, se trata de una circunstancia "muy poco común" y esa corriente subterránea hace que no sólo se disuelva la tierra con alta composición en yesos, sino que se arrastre, lo que acelera la formación de una gran sima.

El catedrático de Mecánica del Suelo calcula que esta cueva subterránea se podría haber estado formando durante los últimos trece años. El hecho de que se trate de un fenómeno muy puntual supone un factor de "tranquilidad", según han indicado fuentes municipales, porque apunta a que es muy improbable que se produzca una circunstancia similar en otros puntos del casco urbano, ya que hay múltiples edificaciones en las márgenes del Jalón, río que atraviesa el casco urbano.

Una vez difundido el informe, los abogados de los propietarios y de los servicios jurídicos del ayuntamiento se reunirán cuanto antes para estudiar si recurren al Consorcio de Seguros, a fin de que indemnice a los afectados. Fuentes municipales confirmaron que la cobertura del Consorcio de Seguros parece factible en base a la tesis del catedrático José María Rodríguez Ortiz.

Los propietarios de los 52 pisos y de la decena de locales comerciales de la planta baja decidieron en enero derribar el edificio por considerar que los daños eran de tal envergadura que se encontraba en estado de "ruina técnica y económica". El proyecto de derribo se espera que sea presentado esta misma semana, para que las obras comiencen antes del verano.