El doctor Nicolás Olea, director del grupo de investigación de contaminantes ambientales de la Universidad de Granada, abogó ayer en Zaragoza por "biomonitorizar" grupos humanos, entre las personas expuestas a la contaminación de lindano, para conocer el alcance de la "exposición" de la población aragonesa a esta sustancia química de carácter tóxico.

"El lindano, al igual que otras muchas sustancias se acumula a lo largo de toda la vida", indicó Olea, que compareció en una rueda de prensa en la sede de Comisiones Obreras junto a representantes del sindicato, Ecologistas en Acción y la Asociación de Defensa de la Sanidad Pública. El experto, que aseguró que los contaminantes se acumulan en la sangre y el tejido adiposo, deben estudiarse en su relación con todos los componentes, "pues si la información no es completa, no sirve de nada".

Olea, además, estableció un vínculo entre el aumento de la incidencia del cáncer y la exposición ambiental, entre otros factores, como los hábitos de vida, reproductivos y alimentarios.

En cuanto a la biomonitorización, incidió en la importancia de ver la evolución de mujeres embarazadas y sus hijos, al ser la placenta un depósito de contaminantes ambientales. De esta forma, aseguró el investigador, se podrá establecer la contribución de cada elemento a la exposición y se podrán tomar medidas para poner remedio al problema.