El grupo de investigación sobre los ibones de la Universidad de Zaragoza ha detectado un aumento de los niveles de contaminación por lindano en las aguas del ibón pirenaico de Sabocos, cuyo origen sitúan en principio en el término municipal de Sabiñánigo (Huesca).

Los miembros de este grupo, formado por especialistas universitarios y de la Fundación Bóreas, algunos con más de 10 de trabajo sobre el impacto humano en estos lagos de montaña, han detectado que el nivel de lindano detectado el pasado mes de agosto en Sabocos es mayor que el registrado un año antes, según informa la institución académica.

Los datos obtenidos respecto a la presencia en este ibón de distintos isómeros del producto del que se extrae el lindano "parecen confirmar", a juicio de estos expertos, la hipótesis de que el origen de la contaminación se encuentra en Sabiñánigo y, más en concreto, en el vertedero de Bailín.

Para tratar de corroborar esta hipótesis de forma definitiva esta hipótesis, los investigadores continuarán a lo largo de los meses próximos con nuevos muestreos y análisis orientados a evaluar "con mayor precisión" la presencia y origen del material contaminante en el ibón de Sabocos.

Destacan estos expertos que aunque los niveles detectados no suponen peligro alguno para la población humana, ya que "están muy por debajo de los límites admisibles, incluso en agua potable", desde una perspectiva científica tienen un "gran interés".

Señalan, además, que los ibones, localizados en zonas frías y remotas de alta montaña son ecosistemas "especialmente útiles" para detectar procesos de contaminación a través del aire ya que la pureza de sus aguas permiten detectar con claridad estos elementos.

Con todos los datos obtenidos por este grupo, la Universidad de Zaragoza realizó un documental titulado "Qué está pasando en los ibones" que recibió el pasado fin de semana en La Coruña la Mención Honorífica del Premio Prismas a la divulgación científica.