Dos trabajadores de la estación de Bombeo del Canal de Pertusa (Huesca) sufrieron ayer quemaduras, uno de ellos de carácter grave, en un accidente laboral.

Según informó la subdelegación del Gobierno en Huesca, cuando los dos trabajadores se disponían a almorzar, uno de ellos derramó por error una garrafa de disolvente sobre una pequeña hoguera que habían encendido. Su intención era reavivar el fuego y creyendo que el recipiente contenía gasoil, lo arrojó sobre las llamas y provocó una explosión.

Como consecuencia, F. J. T. F., de 52 años y domiciliado en Peralta de Alcofea, sufrió quemaduras de carácter grave en la cara, brazos y pecho. Tuvo que ser trasladado en una ambulancia UCI móvil al Centro de Salud de Sariñena y, desde allí, en helicóptero al hospital Miguel Servet de Zaragoza. El otro herido, A. V. T., de 47 años, también registró quemaduras en el rostro aunque su pronóstico fue mucho más leve. A este último se le atendió en el mismo centro de salud y no fue necesario trasladarlo a ningún hospital.

Los hechos tuvieron lugar en la estación de Bombeo del Canal de Pertusa, perteneciente al término municipal de Lastanosa, en Huesca.

No es éste el primer caso de accidente laboral que se produce por culpa de una hoguera a la hora del almuerzo. A mediados de febrero de este año, un hombre de 35 años murió asfixiado en una carpintería metálica de Zuera (Zaragoza), después de que se produjera un incendio que le provocó quemaduras de gravedad.

También en esta ocasión, los empleados involucrados en el accidente se disponían a comer en una sala de la segunda planta de la nave, donde solían hacer fuego para calentarse mientras descansaban. Según el parte policial que se redactó entonces, una vez preparada la hoguera se produjo una deflagración y el fuego se extendió con gran rapidez al prender el aislante que recubría las paredes. Una de las hipótesis barajadas se centraba en la posibilidad de que hubiera partículas de sustancias inflamables en el ambiente que facilitaron la propagación.