Una explotación ovina de Sabayés, en Nueno, ha comenzado a colocar en sus animales collares inteligentes que permitirán aplicar una gestión innovadora de la ganadería extensiva. Se trata del proyecto E-Barana que, junto con la instalación de un vallado virtual, permite el control de los animales y de las zonas de pasto, así como llevar al día todas las tareas administrativas relacionadas.

Esta iniciativa, que cuenta con ayudas del Ejetutivo autonómico y que desarrolla la Asociación Escuela de Negocios del Pirineo (Esnepi) y coordina la Reserva Biosfera Ordesa Viñamala, ha echado a andar en los últimos días en esta explotación de la Asociación de Ganaderos de Guara. En breve darán comienzo las pruebas en la Facultad de Veterinaria.

El objetivo de estos primeros ensayos es probar los aparatos para los ajustes tecnológicos necesarios con el fin de definir las estrategias de recogida de datos de los animales. Igualmente, será importante ver los avances desarrollados en el visor y software de información y problemas de robustez, diseño y generación de energía de los dispositivos.

a distancia/ El sistema será capaz de permitir al ganadero utilizar su teléfono móvil o tableta para crear un ilimitado número de vallados mediante la fijación de coordenadas, mover al rebaño, comprobar los movimientos de los animales; así como diagnosticar algún posible problema por ausencia de movimiento. Gracias al aumento del grado de control que posibilita el vallado virtual, se evitarán zonas en las que se despeñan los animales o terrenos en los que se hieren, además de tenerlos siempre localizados.

Por otra parte, la identificación de los animales, su localización, así como la actividad o recorrido que realizan, permitirá gestionar el ganado de tal manera que se mejoren y optimicen todos los procesos. Todo ello repercutirá en un aumento en la productividad de la explotación ganadera y de sus resultados.

Tras estas primeras pruebas en unos entornos muy controlados se pasará a una segunda fase, entre julio y septiembre, en otros más abiertos, aunque igualmente acotados. En estos casos se probará en diez vacas de la Asociacion Monte Estós y en otras tantas de la Asociacion Ganaderos Valle de Broto; diez yeguas de la asociación Arahisbre, en el entorno del Pueyo de Jaca, y 50 ovejas de dos explotaciones ganaderas de la Asociación de Ganaderos de Guara en Sabayés y Almazorre. Se espera poder realizar las primeras pruebas reales en entornos abiertos el año que viene, como marca el cronograma del proyecto.