Un éxito sin paliativos y cifras mareantes. Eso es lo que espera y calcula el consorcio institucional de la Expo 2008 para su futuro canal de aguas bravas, que según el estudio previo puede atraer hasta medio millón de personas al año, de los que 100.000 se lanzarían a practicar rafting, piragüismo e hidrospeed .

El complejo deportivo forma parte de las instalaciones de ocio que pretende levantar Zaragoza Pro Expo 2008 en el meandro de Ranillas, junto al recinto de la muestra. La inversión, valorada entre 3,5 y 6 millones de euros, será a fondo perdido, pero ya se da por hecho que su explotación cubrirá los gastos de personal y de mantenimiento a partir del tercer año de funcionamiento.

Semejantes aluvión de visitantes y usuarios en una ciudad de 700.000 habitantes está justificado en el estudio en el turismo y en la "influencia directa" de las principales ciudades del país --Madrid, Barcelona y Valencia-- y de todas las situadas en un entorno de 300 kilómetros. "Hoy por hoy no existe en toda la zona ningún canal de aguas bravas. Con toda probabilidad, más del 90% de los visitantes del parque provendrán de un área de 500 kilómetros", asegura el documento.

La mayor actividad se desarrollaría entre los meses de marzo y noviembre, aunque estará condicionada por la climatología. "En invierno, la gestión debe ser orientada a la actividad deportiva", señala.

La gerencia de la muestra encargó el estudio previo de las instalaciones acuáticas a los principales especialistas del país, los gerentes del parque de aguas bravas del Segre --La Seo de Urgell--. Los hermanos Ganyet diseñaron este parque utilizado en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, al igual que el canal de Sidney 2000, y plantean levantar un complejo similar para Zaragoza.

Las aguas bravas de la Expo ocuparían una superficie de entre tres y diez hectáreas. El circuito acuático, cerrado y de 300 metros de longitud, se complementaría con un edificio de servicios y una estación eléctrica desde la que se alimentarán las bombas para crear las necesarias olas.

El canal, de características olímpicas, se tendría que rellenar con 20.000 metros cúbicos de agua, cuyo suministro garantizarían tres fuentes distintas: los recursos del propio río Ebro, el freático o la acequia del Rabal.

PLAZOS MAS QUE APURADOS Los redactores del informe advierten de que la redacción y tramitación del proyecto requerirá un plazo de entre dos y cinco años, a los que se deberá sumar otro año y medio de construcción. De esta forma, el consorcio de la Expo se verá obligado a iniciar todos los trámites en este ejercicio y a apurar los plazos al máximo si pretende tener listas de las instalaciones para la inauguración de la muestra internacional --se pretende celebrar en el verano del 2008--.

Los gestores del parque de La Seo de Urgell también recomiendan encargar un estudio de impacto ambiental y otro de viabilidad económica y financiera antes de asumir la construcción del complejo deportivo.