La polémica declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de nueve edificios del recinto Expo promete bronca entre el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza. Porque va a traer como consecuencia más inmediata la pérdida de ingresos para el consistorio, por el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) que dejará de percibir por ellos, y porque este rifirrafe viene precedido de las deudas tributarias del Ejecutivo autonómico. Pero sobre todo porque en el lado municipal no llevan bien que la sociedad Expo Zaragoza Empresarial no haya pagado "nunca" por este impuesto desde que la DGA asumió el 97,5% del accionariado. Así lo aseguraron ayer fuentes oficiales del consistorio, quienes recordaron además que ha acumulado una deuda de unos ocho millones con la ciudad.

Pero además molesta de esta especie de catalogación a la carta con claros beneficios fiscales, el perjuicio añadido que provoca que no se firme el acuerdo para la compensación de deudas mutuas, que le permitiría al ayuntamiento, previo pago para liquidar las obras del Balcón de San Lázaro, reclamar más de siete millones de euros al Ministerio de Medio Ambiente por este proyecto. La obra sigue sin estar finiquitada y así no puede exigirle el cobro a Madrid,

Sin embargo, las críticas del consistorio se centran en una exención que, al parecer, no será tal. Se refiere a la que beneficiaría, en teoría, al hotel Hiberus, auténtico caballo de batalla en esta cruzada municipal contra esta declaración de BIC en bloque para todos los edificios singulares. Para el consistorio, se estaría beneficiando a una firma privada, Zaragoza Urbana, que tiene una actividad empresarial en este inmueble. Pero porque cree que se le exime de pagar el IBI, cuando no es así desde el 1 de enero del 2013.

PRIMER HOTEL BIC La ley de acompañamiento a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) levantaba esta exención por primera vez el año pasado para los BIC en los que haya una actividad empresarial, aunque la catalogación le permite un descuento en el coeficiente que se aplica al valor catastral. Pero como a cualquier edificio declarado de interés arquitectónico. Así que el Hiberus no estará exento. Y de estarlo, el ayuntamiento debería retornarle la parte correspondiente a lo que resta del año. El desconocimiento quizá se debe a que se ha convertido en el primer hotel que se declara BIC en Zaragoza. También para lo malo, ya que cualquier reforma deberá pasar por Patrimonio y por una tramitación más larga.

Mientras, el edificio que sirvió de sede para Expo Zaragoza Empresarial se queda fuera de esta catalogación masiva, dejando abierta su posible reconversión para otros usos, facilitando una futura venta.

Pero no solo el Gobierno de Zaragoza critica esta catalogación masiva. También IU, en boca de su concejal Pablo Muñoz, acusó a la DGA de estar "pervirtiendo" la filosofía de esta figura, creada para "proteger patrimonio amenazado y no el simple hecho de eludir el pago de impuestos". "Su escaso rigor con las catalogaciones hace que, según interese al PP-PAR, unas vayan aceleradas y otras se queden cortas, como Averly", añadió.