Un extrabajador de las empresas que llevaron a cabo el desmantelamiento del vertedero de Bailín, que almacenaba residuos de lindano, fue ingresado a finales de la semana pasada en el hospital San Jorge de Huesca, con problemas pulmonares.

Según informó ayer Efe, el consejero de Sanidad del Gobierno aragonés, Ricardo Oliván, manifestó que, como medida de precaución, se remitieron al Instituto Nacional de Toxicología muestras de esta persona para verificar si padece una afección por exposición al lindano.

Oliván, en cualquier caso, desvinculó la situación del operario de los episodios de contaminación descubiertos en el Gállego e hizo hincapié en la necesidad de "no aventurar conclusiones" hasta que no se conozcan los resultados de los análisis.

Además, el consejero aseguró que los niveles de lindano detectados en el cauce del río Gállego están "mil veces" por debajo de los que podrían afectar a la salud pública, por lo que hizo un llamamiento a la calma de la población.

Mariano Polanco, de Ecologistas en Acción, que ha denunciado durante años los problemas causados por el lindano en el Gállego, no quiso ayer pronunciarse sobre las causas del ingreso del extrabajador en el hospital oscense, a la espera de que existan datos de por qué pudo enfermar súbitamente.

Polanco manifestó que el origen de la contaminación puede estar en el "negligente" traslado de los residuos de lindano desde el antiguo al nuevo vertedero de Bailín, cerca de Sabiñánigo.

"Se ha hecho todo muy mal", subrayó el ecologista, que denunció que las empresas encargadas de esta operación, una de ellas de carácter público, no tomaron las medidas de seguridad estipuladas por la normativa, con el consiguiente peligro para los trabajadores y para la población en general.

Ecologistas en Acción, que ha seguido el proceso de desmantelamiento, afirma que los operarios no seguían la normativa de seguridad en cuanto a medidas de autoprotección. Asimismo, ha elaborado un informe, apoyado en imágenes obtenidas in situ, en el que se ve cómo las maniobras de traslado de los isómeros de lindano generan nubes de polvo de gran toxicidad.