Un argelino de 26 años, Samir, murió el pasado viernes por la noche al caer desde el balcón de un cuarto piso en el Casco Histórico de Zaragoza. El joven pudo haberse precipitado al vacío al intentar pasar de un balcón a otro del número 29 de Agustina de Aragón, según la última hipótesis con la que trabaja la Policía.

La autopsia practicada al inmigrante, vecino del inmueble, descartó la primera versión oficial, que apuntaba a que había sido acuchillado en el abdomen y arrojado posteriormente. Según ha podido saber EL PERIODICO DE ARAGON, el informe forense ha revelado que la supuesta herida de arma blanca se la produjo en realidad la fractura de una costilla a consecuencia del impacto contra el suelo.

Agentes de la Policía Científica y del grupo de Homicidios investigan los hechos. Ayer por la mañana acudieron al edificio, de cinco alturas y en el que viven decenas de personas en habitaciones de alquiler. Acompañados por el compañero argelino con el que vivía el fallecido --que fue detenido--, inspeccionaron la habitación y tomaron huellas, especialmente en el balcón.

SIN MUESTRA DE VIOLENCIA Varios de los vecinos manifestaron que no escucharon discusión alguna en el cuarto piso con antelación a que Samir cayera al suelo. "Escuché un fuerte golpe y lo ví en el suelo. Salí y le pregunté qué había pasado, pero sólo podía mover la boca. Unos argelinos le quitaron los calcetines y las zapatillas. No sé qué llevaba encima", aseguró uno de los vecinos.

La encargada del edificio, que no quiso identificarse, señaló que el joven fallecido llevaba cerca de tres meses viviendo en el inmueble y que su compañero de habitación vivía desde hacía un año. "Era un chaval muy agradable, que nunca se metía en problemas. Su compañero, el detenido, también era muy agradable, y tenía trabajo, aunque no sé en dónde. No estaba en casa y cuando se lo encontró muerto, no paró de llorar y de decir que era amigo de él", sostuvo.

NADA CONFLICTIVO Isabel, del primer piso y natural de Vigo, señaló que Samir "nunca" había dado ningún problema y no era una persona conflictiva. "Unos dicen que su compañero estaba en la habitación cuando cayó y otros aseguran que no es así. Lo único que puedo asegurar que su cuerpo reventado en la calle era un espectáculo dantesco", subrayó.

Un vecino del inmueble vecino apuntó que el cadáver de Samir estaba en la calle en torno a las nueve y media de la noche y permaneció tendido unas tres horas, "hasta que el juez permitió el levantamiento". Y añadió: "En esa pensión entra y sale un montón de gente. Alquila una habitación un marroquí y se meten 40 a vivir".