Compras, ocio y experiencias en un entorno plagado de referencias a la arquitectura industrial. El nuevo parque comercial y de ocio La Torre Outlet hace un guiño a lo que fue el lugar donde se asienta, donde se ubicaba la antigua factoría de Pikolín, un pasado fabril que ha servido de inspiración en el diseño del complejo, que abrirá sus puertas al final de la primavera. Como testigo de ese legado se conserva la icónica torre de la marca aragonesa de colchones y las oficinas aledañas con forma octogonal, elementos arquitectónicos reconvertidos ahora en emblemas del centro.

Todo recuerda a ese pasado industrial. Tanto los volúmenes como los materiales con los que se han diseñado las nuevas edificaciones responden a esa iconografía de vieja fábrica. Fachadas de chapa lacada, perfilerías industrializadas en los escaparates, cubiertas con forma de dientes de sierra o estructuras que se asemejan a silos y depósitos de agua. «Los detalles inspirados en la arquitectura industrial se han llevado hasta el extremo», explicó ayer el arquitecto encargado de diseñar el proyecto, Alejandro San Felipe, del despacho zaragozano Bernabad. La propia iluminación del complejo recupera la imagen de luminarias de las antiguas fábricas.

TRES ENTRADAS

El centro comercial se ha diseñado con tres entradas que dan acceso a un recorrido experiencial de vías, sin calles rectilíneas, los que «ayuda al cliente a descubrir el outlet», destacó San Felipe. El visitante se encontrará tres plazas con diferentes temáticas, además de zonas verdes, ajardinadas y de descanso, así como juegos infantiles. La tecnología también estará muy presente en todo el recinto, con equipamiento de sonido, imagen e iluminación de última generación y ciertos elementos interactivos para recrear a los visitantes.

La sostenibilidad y la digitalización del proyecto son dos de los pilares para alcanzar este objetivo. «Todo el proyecto ha buscado un control bioclimático y térmico para que la estancia sea más agradable», remarcó el arquitecto. Como ejemplo, el recinto está cerrado hacia el oeste y abierto al este para resguardarse de la fuerza del cierzo. Y la zona de restauración cuenta con una cubierta que se abre y cierra según la intensidad solar. La vegetación será de hoja caduca para favorecer que entre la luz en invierno y se buscarán especies autóctonas que se adapten al entorno.

Otro de los puntos fuertes serán los cines, que serán explotados por la empresa Arreciste. Sus ocho salas están dotadas con una tecnología punta que casi es una primicia en todo el país, con proyectores láser, una potencia sonora cuatro veces superior a la de una convencional y unas butacas de mayor tamaño y reclinables. «En España solo hay dos o tres salas de estas características», afirmó San Juan.

La zona de medianas superficies, donde ya se ubica la cadena de bricolaje Bauhaus, se caracteriza por su arquitectura flexible, configurada por grandes contenedores que permite albergar distintos usos.