Los órganos de la bebé que cayó al vacío en Delicias han sido donados. Fuentes muy cercanas al caso han confirmado a este diario que los padres dieron su consentimiento después de que los médicos certificaran definitivamente la muerte cerebral de la pequeña. La niña falleció ayer a los 15 meses de edad en el hospital Miguel Servet después de cuatro días luchando por superar las gravísimas consecuencias de la caída que sufrió el viernes desde un quinto piso. Según fuentes consultadas, las lesiones cerebrales que sufría eran extremadamente graves. Las mismas fuentes han resaltado la entereza y espíritu solidario que han mostrado Musti Ouertani y su esposa en un momento dramático para ellos al acceder a que los órganos de la pequeña pudieran ser trasplantados a otros bebés necesitados. En el hospital son conscientes que este tipo de casos sirven de ejemplo y despiertan conciencias.

El trágico suceso que le costó la vida a la pequeña ocurrió sobre las 13.15 del viernes, cuando la menor estaba junto a sus padres en la vivienda, situada en el número 23 de la calle de Roger de Flor. Mientras sus progenitores estaban en la cocina haciendo la comida, la bebé se encontraba en una de las habitaciones.

En un momento dado la niña se subió a un mueble de la habitación y tras encaramarse a la ventana se cayó al vacío de un patio de luces.

Rápidamente se trasladaron hasta el lugar efectivos de los Bomberos de Zaragoza y de la Policía Local para realizar un complicado rescate de la bebé, ya que se encontraba sobre el tejado de uralita de unos locales y había peligro de que este material no soportara el peso de los propios bomberos. Tuvieron que acceder por una ventana, ya que esta zona común de varios edificios no tiene ninguna puerta de acceso. Tras estabilizar a la niña durante alrededor de media hora, salieron con la camilla por el mismo lugar por el que habían accedido al patio y la pequeña fue trasladada al hospital en una uvi móvil del 061.

Simultáneamente a las labores de rescate, los efectivos allí trasladados tuvieron que atender un conato de incendio originado en la misma vivienda, ya que la madre tenía el fuego encendido y, dada la situación, no se percataron para apagarlo.

El padre de la bebé es el propietario del bar El Musti, Musti Ouertani, de origen tunecino, una institución hostelera en Zaragoza y una persona muy apreciada en el popular barrio en el que no solo reside sino que regenta el local desde hace 24 años. Al conocer la noticia, Ouertani sufrió una fuerte crisis emocional, según relataron algunos vecinos.

ACCIDENTE

El Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón abrió una investigación para tratar de esclarecer las circunstancias que rodearon a este trágico suceso y concluyeron que todo fue un fatal accidente, descartando cualquier tipo de acción penal contra los progenitores.

La menor estuvo ingresada durante todo este tiempo en la unidad de cuidados intensivos (uci) del hospital Materno Infantil de la capital aragonesa, donde entró en muerte cerebral por las graves heridas que sufrió en la cabeza. También sufría lesiones en los pulmones.