José Cenicero, vecino de Ejea de los Caballeros y de 74 años, se convirtió ayer en el primer ciclista que pierde la vida en las carreteras aragonesas este año. Fue en la A-125, en el término municipal del lugar en el que residía, y como consecuencia de un choque con un vehículo. La víctima era, según los vecinos de Ejea, muy aficionado al ciclismo. Estaba casado y con dos hijos.
El siniestro tuvo lugar sobre las 12.15 horas en una zona recta de la vía. La Guardia Civil de Tráfico investiga las causas en las que se pudo producir este accidente mortal, si bien las primeras hipótesis que barajan exculparían al conductor del turismo. Al parecer, el turismo, un Renault Clio, circulaba desde Erla hacia Ejea cuando impactó en la parte trasera de la bicicleta, que salía desde el casco urbano. La zona cuenta con buena visibilidad y con señalización vertical y horizontal.
El conductor, según fuentes consultadas, dio negativo en las pruebas de alcoholemia y drogas que se le realizaron en el lugar de los hechos.
En la última década, los accidentes de tráfico han dejado en España un total de 640 ciclistas fallecidos, 25 de ellos en Aragón. Catorce en la provincia de Zaragoza, seis en la de Huesca y cinco en la de Teruel. En la Comunidad, como en el resto de España, el 76% de las víctimas mortales del colectivo ciclista se produjeron en vías interurbanas.
Esta semana se hizo pública la sentencia contra Leoncio Moreno Pérez por la muerte de dos ciclistas en Botorrita. Un caso que conmocionó en la comunidad, ya que, tal y como señaló el juez, el consumo de alcohol del conductor «era similar al de haber consumido media botella de coñac».
El magistrado Eduardo Marquina le impuso una condena de 4 años de prisión por un delito de homicidio imprudente, rechazando así la solicitud de que fuera condenado por conducción temeraria (6 años) que solicitaban unos familiares a los que una condena de 4 años por dos vida era insuficiente. Sin embargo, la forma de conducción «autómata» impedía, según el Código Penal, que fuera castigado por ello. La sentencia no es firme.
