Se llamaba José Lorenzo Albelda Sánchez, era vecino de Cella (Teruel) y aficionado al ciclismo «desde sus tiempos de mozo», según precisaron ayer a este diario sus allegados. Ayer falleció tras ser arrollado por un turismo, cuyo conductor de 23 años circulaba ebrio, cuando transitaba por la carretera N-420.

El suceso ocurrió a las 12.10 horas en la variante que rodea la capital turolense. Por ella transcurría Albelda junto a un compañero, también de Cella, cuando un coche de color gris les atropelló en el punto kilométrico 586,00, según informó la Subdelegación del Gobierno en Teruel. El otro ciclista implicado, J. A. D. C., de 51 años y vecino de Teruel, resultó herido leve.

En el caso del conductor, C. M. V. y residente en Teruel capital, fuentes de la Subdelegación de Gobierno en Teruel precisaron que resultó ileso del accidente y que, tras ser sometido a la prueba de etilometría, arrojó un resultado positivo. Aunque la Guardia Civil no concretó la tasa, confirmó que superaba la legalmente permitida del 0,25. El conductor fue detenido y, tras tomarle declaración, quedó en libertad. Está siendo investigado por un presunto delito de homicidio por imprudencia.

Albelda, «muy conocido en Cella», tenía 43 años y amaba el ciclismo «desde siempre», contó a este periódico un amigo suyo. «Salía en equipo, era habitual verle siempre encima de la bici, especialmente los fines de semana, cuando se juntaba con mucha más gente», añadió.

CONSTERNACIÓN EN CELLA

«El pueblo está consternado desde que se ha conocido la noticia. Es algo que no te esperas. En los últimos meses parece que han aumentado las noticias sobre los atropellos de ciclistas en la carretera, pero lo que no te imaginas es que te toque de cerca», lamentó este amigo de José Lorenzo.

«Es una pena que no haya forma de parar esta sangría que, desgraciadamente, ahora nos ha tocado en Cella, pero que no debería ocurrir en más sitios. Son momentos muy tristes», añadió.

El fallecido, cuyos restos mortales fueron trasladados de forma inicial al tanatorio del hospital San José, en Teruel, recibió ayer por la tarde la despedida de sus vecinos de Cella en el tanatorio de la localidad, donde fue llevado a última hora. En su último adiós, además de sus familias y amigos, también se acercaron varios políticos, ya que la esposa del fallecido fue concejala del PP en Cella, pero renunció al cargo por motivos laborales al entrar a trabajar en la guardería municipal.

El fallecimiento de este ciclista por el atropello de un coche se produce casi un año después del último suceso mortal de estas características en Aragón. Ocurrió en Botorrita, en Zaragoza, el 28 de agosto del año pasado, cuando a primera hora dos ciclistas fueron arrollados por un turismo cuyo conductor triplicaba la tasa permitida de alcohol en sangre. En este caso, los fallecidos, Enrique Comín y Alberto Martínez, eran también aficionados al ciclismo y tenían de 61 y 68 años.

Con anterioridad, en enero del 2015, Tomás Agustín Sancho, presidente del Club Ciclista Ebro, perdió la vida después de ser golpeado por un camión mientras entrenaba en la carretera CV 624, en Torrecilla de Valmadrid. El ciclista, de 70 años, era natural de Báguena (Teruel) y compaginó su profesión de maestro de escuela en diferentes municipios de la provincia de Teruel con su pasión por las dos ruedas.

El fin de semana dejó también a un matrimonio y sus dos hijos de 4 y 5 años heridos de diversa consideración en la noche del sábado, en torno a las 23.45 horas, tras un accidente de tráfico ocurrido en la carretera A-125, dentro del término municipal de Ejea de los Caballeros, según informó la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ). El vehículo en el que viajaba la familia recibió el impacto lateral de un otro turismo y, como consecuencia de este impacto, la mujer y uno de los pequeños tuvieron que ser excarcelados por los bomberos, que acudieron con el vehículo de intervención rápida (VIR) y un camión del parque de Ejea.

EN VILLARREAL DE HUERVA

La madre y el menor resultados heridos de gravedad tras el siniestro y el 061 trasladó a todas las víctimas al hospital Clínico de Zaragoza. Fuentes del Gobierno de Aragón precisaron ayer que el niño que presentaba un peor pronóstico se encontraba en observación, pero en una situación que no revestía de gravedad, mientras que el matrimonio seguía hospitalizado.

Por otro lado, una persona resultó herida en un accidente que ocurrió, a las 19.05 horas, en la autovía A-23, a la altura de Villarreal de Huerva. Un turismo que circulaba en sentido Teruel se salió de la vía y su único ocupante tuvo que ser excarcelado.