Un hombre que podría tener afectadas sus facultades mentales y que el pasado lunes prendió fuego a un pajar en la localidad de Sarvisé, en Sobrarbe, falleció ayer en el hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde se hallaba ingresado, a causa de las graves quemaduras que se produjo en todo el cuerpo.

Tras quemar el pajar, donde también había ganado lanar, el fallecido, cuya identidad no ha trascendido, se dirigió en un vehículo a Broto, situado a corta distancia, y allí comenzó a lanzar piedras a casas y vehículos, incluido el de la alcaldesa de la localidad, que pasaba por la travesía en ese momento. Además, entró en un hotel y sustrajo un extintor de incendios.

Al salir a la calle fue detenido por la Guardia Civil, que tuvo que reducirlo debido a que lanzaba gritos y se resistía con gran violencia. Era natural del pueblo de Estadilla (Huesca).

El suceso causó una gran conmoción en Broto, localidad a la que pertenece la pedanía de Sarvisé. La inusitada violencia del hombre, desconocido en la zona, sorprendió a todo el mundo.

Al parecer, esta persona se hallaba práctica desnuda y lanzaba fuertes gritos al tiempo que lanzaba piedras. "Estaba cubierto de heridas y quemaduras", relató la recepcionista del hotel al que había entrado. "Nos quedamos de piedra, no esperábamos una cosa así y este es un pueblo muy tranquilo", añadió.