Un montañero francés de 73 años, de nombre André F. D., vecino de Foulayronnes, falleció ayer en la Peña Montañesa, en el término municipal de El Pueyo de Araguás, aparentemente por causas naturales. En cualquier caso, la Guardia Civil trasladó su cadáver a Boltaña, donde le practicarán la autopsia.

Según informaron fuentes del instituto armado, el mal tiempo complicó mucho las tareas de rescate del cadáver, que ejecutó el grupo de rescate de Boltaña. Este había salido a pie a la localidad de Bujaruelo, precisamente debido a la meteorología, a rescatar a un vecino de Barcelona de 61 años que presentaba una fractura de tibia. Pero al tener noticias de un accidente más grave en la Peña Montañesa no tuvieron otra opción que utilizar el helicóptero.

El aviso de este segundo accidente llegó una hora después que el anterior, a las 13.15 horas, en principio como un posible fallecimiento por un golpe en la cabeza. Tardaron mucho en llegar, ya que la nubosidad y la abundante lluvia reducían mucho la visibilidad en la zona. Además, el lugar del accidente era una pendiente que dificultaba el aterrizaje del helicóptero.

Finalmente consiguieron aterrizar, y trasladar el cadáver al depósito de Boltaña, cuyo juzgado instruye la causa por la muerte. Considerando que el cadáver no presentaba signos de violencia, en primer término los sanitarios apuntan a una muerte natural, como consecuencia de la cual se produjo el desplome del montañero. En cualquier caso, la hipótesis tendrá que ser confirmada en la necropsia.

Tras el traslado del cuerpo, los efectivos volvieron a su objetivo inicial, y rescataron al vecino de Barcelona, que aparentemente presentaba una fractura de tibia que se produjo al descender la Grallera del Turbón. El espeleólogo, I. Y. M., fue trasladado al hospital San Jorge, donde quedó ingresado.

Los equipos de rescate de la Guardia Civil han tenido que intervenir este fin de semana en cuatro rescates. A los dos de ayer se unen los del sábado, el de un parapentista que sufrió fracturas en las dos piernas y lesiones vertebrales y el de otro montañero con posible fractura de hombro izquierdo. Aunque el ritmo de trabajo de los equipos ha descendido al irse agotando la temporada veraniega, aún les quedan por delante unas semanas de actividad antes de que comience la temporada de esquí, donde el trabajo se centrará en otro tipo de rescates y prevención vinculados a la nieve.