El subinspector jubilado del cuerpo de Bomberos de Zaragoza y uno de los principales artífices de la modernización del servicio contra incendios de la ciudad, Pedro Urroz, falleció ayer. Tras el incendio del Corona de Aragón en 1979 fue nombrado jefe de la oficina de prevención. Participó en la coordinación tras los dos atentados de ETA en 1987 que dejaron 13 muertos y en el incendio de la Flying en 1990, que acabó con 43 personas. Fue uno de los artífices de la ordenanza antiincendios de Zaragoza, una de las más rigurosas de España, y convirtió al cuerpo en uno de los mejores de España. El funeral se celebrará a las 12 horas de hoy en la iglesia del Carmen de Zaragoza.