Cristian F. S., el taxista zaragozano de 42 años agredido en la víspera de San Valero en la plaza España de Zaragoza, ha fallecido esta mañana en el hospital universitario Miguel Servet de Zaragoza. El jueves había salido del coma inducido en el que ingresó a finales del mes de enero. Recibió un único puñetazo que le causó un traumatismo craneoncefálico severo.

El cuerpo sin vida de este hombre ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) para serle practicada la pertinente autopsia y determinar la causa exacta de la muerte. Este informe permitirá concretar la acusación que realiza el penalista José Luis Melguizo.

El autor de la agresión, J. W. D. O. y de 32 años, se encuentra en libertad provisional, tras así decretarlo el magistrado del Juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza. El joven, militar de profesión y que estaba preparándose para ser Guardia Civil, aseguró ante el magistrado de guardia que no se acordaba de nada de la agresión y lo achacó, asistido por su abogado Francisco José García Berenguer, al elevado consumo de alcohol durante toda la jornada previa a la festividad de San Valero, patrón de la capital aragonesa.

El juez Antonio Robledo decidió ponerlo en libertad, desoyendo a la Fiscalía que sí pidió el ingreso en prisión en respuesta a la gravedad de las lesiones de la víctima, Cristian F. S. No obstante, el magistrado impuso como medida cautelar la retirada del pasaporte y la obligación de comparecer semanalmente en dependencias judiciales. Las razones que esgrimió para ponerle en libertad es que J. W. D. O. no tiene antecedentes penales, vive en Zaragoza desde hace 6 años, tiene pareja y trabajo estable como miembro del Ejército de Tierra y en concreto en el regimiento de Pontoneros, además de señalar que las lesiones graves fueron como consecuencia de un único puñetazo.

Los hechos ocurrieron, como adelantó EL PERIÓDICO, en las puertas del bar Gran Café Zaragozano, situado en la plaza España de la capital aragonesa. Por circunstancias que todavía no han podido determinarse, el imputado le dio un golpe a la víctima mientras esta se encontraba fumando junto a un amigo. En un primer momento la lesión no revistió de gravedad, si bien su estado empeoró en el hospital tras su traslado en la ambulancia del 061. Esta circunstancia es lo que llevó al Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón a detener, el pasado 31 de enero por un delito de lesiones graves, a este militar canario.

Un arresto que en esta ocasión pudo realizarse fácilmente, ya que J. W. D. O. pudo ser identificado en el lugar de los hechos por los agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, incluso llegando a realizar una comparecencia en la comisaría Delicias por un delito de lesiones. Como señaló el magistrado sus obligaciones profesionales “fueron las que permitieron la su inmediata localización y el avance en la investigación”.