Un vecino de Calatorao de 56 años, José María Anía, falleció ayer en Calatorao tras sufrir un accidente mientras practicaba ciclismo, a apenas un kilómetro de la localidad. La primera hipótesis de los investigadores de Tráfico es que se golpeó la cabeza al caer, pero serán los forenses quienes determinen si sufrió algún problema de salud que le provocase la caída. Lo que en principio se descartaba ayer, según fuentes de Tráfico, es que hubiese algún otro vehículo implicado.

El accidente mortal tuvo lugar antes de las 12.40 horas de ayer. Fue entonces cuando un conductor que pasaba por la A-122 dio aviso al 112 de que había un ciclista tendido inconsciente en el asfalto, a la altura del kilómetro 33,500, cerca de la localidad zaragozana. Los equipos sanitarios y de la Guardia Civil se desplazaron al lugar, pero no pudieron hacer nada por salvarle la vida.

A falta de lo que desvele la autopsia, fuentes del instituto armado indicaron que la primera impresión es que el hombre tuvo la mala suerte de golpearse en la cabeza cuando cayó, por causas que se desconocen.

La muerte de Anía conmocionó a la localidad zaragozana, donde era conocido como propietario de una empresa de cantería. También por un episodio escabroso protagonizado por su padre. Hace nueve años, el hombre, por entonces de 78 años, asesinó a su mujer en la vivienda que compartían. Fue declarado culpable por un jurado.

Por otra parte, un cazador, V. M. C. L., de 40 años, resultó herido al caerse con su vehículo por un terraplén de unos 100 metros en el término municipal oscense de Seira.

El herido fue trasladado al hospital al sufrir varios traumatismos aunque pudo salir por su mismo del coche, en el que había quedado atrapado.