El zaragozano de 42 años que falleció en la madrugada del pasado lunes en una vivienda de la calle Mayor tras un forcejeo con sus familiares y con la Policía no intentó agredir a su padre, de 74 años. Según fuentes próximas a la familia, José Luis G. A. únicamente había sufrido "un ataque de enajenación mental".

Según la Policía, el hombre, en pleno ataque de locura, forcejeó con su padre, que sufrió lesiones leves por un elemento punzante a su padre. Asimismo, también resultó con lesiones menores uno de los agentes que acudieron a reducirle. Posteriormente, José Luis G. A. murió por un infarto.

Fuentes del entorno familiar explicaron a este periódico que el fallecido "no atacó en ningún momento a su padre ni intentó causarle heridas" al no exhibir arma blanca alguna durante el incidente. Las mismas fuentes califican de hecho muy desgraciado lo ocurrido, producto de la enajenación puntual del fallecido.