La vía rápida del AVE entre Madrid, Zaragoza y Lérida sigue dando disgustos a los pasajeros y a Renfe. Hasta tres horas de retraso sufrieron ayer los 1.753 viajeros de ocho trenes por culpa de un corte de tensión en la catenaria entre las localidades zaragozanas de Ricla y Calatayud.

La avería provocó malestar en los pasajeros que iban a bordo de los trenes y a los que esperaban en las estaciones de la línea. Los viajeros afectados tendrán derecho a la devolución del importe íntegro del viaje, según informó Renfe ayer, siempre que lo reclamen antes de un año.

La compañía ferroviaria recibió a las 11.05 horas el aviso de la interrupción del suministro eléctrico en el tramo, justo cuando pasaba un tren Altaria que había salido a las 07.30 horas de Barcelona-Sants y que tenía que haber llegado a las 12.45 horas a Madrid. Fue el convoy más afectado por el corte de fluido. La avería se reparó parcialmente a las 14.30 horas, cuando pudo empezar a utilizarse una de las vías.

SIETE ALTARIA Y DOS AVE En total fueron siete trenes Altaria (entre ellos un Cádiz-Barcelona y un Madrid-Pamplona) y dos AVE que registraron grandes retrasos. Un Altaria procedente de Madrid, con llegada prevista a las 17.03 horas a Barcelona, hizo su entrada finalmente a las 19.30 horas.

Otros convoyes sufrieron menos de 20 minutos de retrasos, lo que, según la normativa vigente, no permite la devolución del precio del billete a los pasajeros.

Técnicos del Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF) investigaron las causas de la avería. El origen parecía estar en las interferencias provocadas por un aparato de medición de consumo eléctrico que se había instalado la noche anterior en la catenaria entre Ricla y Calatayud.

Estos aparatos suelen colocarse en todas las vías de tren, no sólo las del AVE, por lo que los técnicos desconocían ayer por qué éste provocó el corte.

Por la noche, aún no se había recuperado una de las dos vías, incidencia que apenas afectaba a los pocos trenes que utilizan la vía del AVE. Renfe tenía previsto intercambiar los pasajeros de los trenes afectados para poder seguir su viaje con el tren que se encontraba parado al otro extremo del tramo afectado.

Sin embargo, ante la tardanza para encontrar autocares, los pasajeros tuvieron que seguir en los trenes hasta que reanudaron la marcha. En un caso se optó por una locomotora diésel para llevar un tren Altaria por la zona sin tensión eléctrica. En una nota, Renfe y el GIF lamentaron "las molestias que se hayan podido producir a los viajeros afectados".