Un fallo informático en el sistema de la empresa Avanza provocó que ayer los viajeros de la línea 38 pudieran subir gratis al autobús. Los vehículos no podían estar localizados y eso impedía expedir a bordo billetes sencillos, de manera que el Sistema de Apoyo a la Explotación (SAE) dio orden de dejar entrar a todos los viajeros que no portaran tarjeta y a los que, por tanto, no se les pudiera ofrecer título de transporte. Un problema que se prolongó durante horas y que benefició a un número indeterminado de usuarios, ya que no consta ningún registro de las personas que pudieron hacer el trayecto sin pagar entre las cocheras de la carretera de Castellón y la Ciudad Escolar Pignatelli.

Fuentes oficiales de la compañía reconocieron la incidencia, aunque alegaron de que se trató de un problema «puntual» que se acabó solucionando así, pero restó importancia al impacto económico que pudo tener este fallo en su propio sistema informático. Mientras, desde el CUT, que fue el sindicato que denunció lo que estaba ocurriendo, recordaron que «el billete no es solo el justificante de pago de los viajeros sino también su seguro en caso de accidente». «¿Qué habría pasado si alguno de los que viajaban gratis hubiera resultado herido?», se preguntaban, apelando a la «responsabilidad» del ayuntamiento en esta incidencia.

En este sentido, desde la representación sindical reprocharon que el ayuntamiento no hubiera actuado al respecto, impidiendo que se dejara acceder libremente al autobús, por «una cuestión de seguridad y también de pérdida de recaudación».

AVERÍA EN ANTONIO LEYVA

Los ingresos se deducen después de las certificaciones a abonar a la compañía. Con el paso de las horas se fue corrigiendo y a mediodía esta afección solo persistía en el sentido de Valdefierro hacia cocheras, no en el contrario.

Mientras, otra incidencia, esta vez por avería técnica, afectó a los viajeros de la línea 53, que se quedó detenido cuando circulaba por la recién remodelada calle Antonio Leyva. Esta, al haber introducido chicanes en la calzada para evitar que los turismos circulen a mucha velocidad, quedó taponada por el bus averiado, que tuvo que transbordar a todos sus viajeros en el siguiente vehículo y, a duras penas, este pudo avanzar por la calle de Oliver.