Hay que ser «muy cautos», aseveró este jueves el director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Francisco Javier Falo, pero en abril la comunidad podrá triplicar el ritmo de vacunación que sigue actualmente. Esto supondrá que, cada siete días, se inocularán más de 100.000 dosis de los fármacos contra el covid, lo que permitirá llegar al verano con el conjunto de los aragoneses vulnerables protegidos, aunque posiblemente no se alcance el ya simbólico porcentaje del 70% de la población total.

Todo dependerá, eso sí, de si la comunidad recibe todas las dosis previstas y Falo recordó que hay farmacéuticas que no están cumpliendo ya con lo pactado. «Estamos vendidos a lo que nos llega», dijo el director general, que aseguró que el sistema sanitario aragonés tiene capacidad para poner muchas más vacunas de las que se están poniendo.

Y mientas en el departamento lidian con la falta de suministro, raro es el día en el que un colectivo no reivindica vacunas para sí mismos. Es el caso, por ejemplo, de la Policía Nacional, los sindicatos SUP y Jupol solicitaron una alternativa para todos los agentes mayores de 55 años que ahora no tienen acceso a la inyección puesto que la de AstraZeneca, destinada a los profesionales esenciales, no es recomendable de momento para mayores de esa edad (aunque eso podría cambiar). Por su parte, la Federación de Enseñanza de CCOO en Aragón ha lamentado también que ni las maestras de infantil ni el personal de atención especial no docente, que durante muchos meses trabajaron en las residencias, tienen acceso al sistema de autocita.

La demanda de vacunas llega también de algunos colectivos universitarios, como los estudiantes de magisterio que hacen prácticas en centros educativos y de los trabajadores de Correos.

«Hay muchos colectivos con mucha prisa por vacunarse y prácticamente no hay día que un colectivo no reivindique su esencialidad», dijo Falo, que afirmó que comprende las reclamaciones de estos grupos pero que las vacunas son las que son. Y por ahora no hay para todos. «Hay que insistir hasta la saciedad que interesa vacunar a la gente mayor porque la edad es el mayor factor de riesgo, más allá de cualquier enfermedad», explicó. La prioridad son ahora los mayores de 80 y después serán los de 70.

Los buenos efectos en las residencias

Más allá de las disputas, la vacunación está comenzando ya a surtir efecto a pequeña escala . Prueba de ello es que en los últimos «seis o siete días» no se ha notificado ningún contagio en las residencias de la comunidad, según informó la consejera de Sanidad de la DGA, Sira Repollés. A día de ayer había 18 brotes abiertos en estos centros, que afectan a 244 residentes y a 63 trabajadores. Hace un mes eran 52 los brotes activos y había 929 residentes y 283 trabajadores contagiados.

Así con todo, la semana que viene Aragón prevé inocular más de 30.000 dosis de las vacunas contra el covid: 11.000 a mayores de 80 años; 8.600 a segundos pinchazos de personal sanitario y otros colectivos; 10.100 a los colectivos esenciales con autocita (se mantienen los mismos grupos que se están vacunando actualmente); y 500 para residencias.