La falsa alarma originada ayer en la estación de esquí de Candanchú ante un posible alud y la movilización de personal de rescate de la Guardia Civil y del propio centro causó malestar en la dirección de la estación.

Según la Subdelegación del Gobierno en Huesca, diez personas de los equipos de montaña de la Guardia Civil y perros adiestrados en avalanchas buscaron desde las 13.15 horas a dos personas que podrían haberse visto afectadas por un alud de nieve en la cara norte del Pico Aspe, en el término municipal de Aísa.

Al parecer, y según explicó a Efe el director de Candanchú, Eduardo Roldán, un esquiador dio aviso con su teléfono móvil al 112 de que fuera de la zona de la estación podría haberse ocasionado un alud. Desde el teléfono de emergencias se avisó a su vez a la Guardia Civil.

La dirección de la estación también conoció este aviso y envió al lugar un dispositivo compuesto por personal del equipo de esquí y trabajadores del centro invernal que, junto a la Guardia Civil, iniciaron la búsqueda de los esquiadores.

Ante el conocimiento de que fue una falsa alarma, Roldán indicó que sería conveniente "tomar nota de lo accesible que es el 112 para recibir llamadas que, a veces, no son ponderadas" ya que este aviso falso movilizó "un dispositivo de más de veinte personas que asumen un riesgo y realizan un trabajo inútil". "Me preocupa que este tipo de operaciones dependa de un aviso que no es riguroso", señaló. "Debería identificarse a la persona que realiza el aviso".