Estaba tomando un café en un bar de Copenhague cuando la llamada de una amiga convirtió lo que debía ser un momento agradable en una pesadilla. "Masha, ¿estás bien? ¿Cómo puedo hacerte llegar el dinero a Chipre?", le preguntó la mujer a esta ejecutiva, que se quedó estupefacta y que calmó a su amiga explicándole que sí se encontraba de viaje pero que no había sufrido ningún robo. Entonces, esta le explicó que acababa de recibir un e-mail suyo en el que le pedía ayuda tras asegurar que había sufrido un robo en Chipre y estaba sin dinero ni documentación.

Apenas había acabado de colgar cuando empezó a recibir "decenas de mensajes y llamadas". Todas preguntándole lo mismo: si estaba bien, si le habían hecho daño, si necesitaba algo. "Alguien había hackeado mi correo y, suplantando mi identidad, había enviado a todos mis contactos ese mensaje de que estaba en apuros para que le enviaran dinero", recuerda. Eso sí, para evitar que reenviara un correo a todos sus contactos avisándoles del fraude, los ciberdelincuentes añadieron una letra e en cada una de las cuentas de correo de su agenda. Así, no pudo hacer llegar ese e-mail de aviso.

Por suerte, nadie picó el anzuelo. "Con el encargado de seguridad informática de mi empresa logramos ubicar en Nigeria la dirección IP desde donde mandaron los mensajes", cuenta la afectada, a quien el robo de su correo electrónico le dejó "con la sensación de ser muy vulnerable". "Descubrir que alguien se hace pasar por ti para engañar a la gente que conoces es muy desagradable".

Repunte estival

Lo mismo vivió Rosa, una empleada municipal. "Me sentí muy insegura. Me da miedo pensar lo que esa gente pude hacer con mi identidad digital", señala. Todos sus contactos recibieron un correo en que pedía auxilio. "Ponía que estaba en el extranjero y que, por favor, me enviaran dinero a una delegación de mensajería en Chipre", explica Rosa. En su caso se localizó el origen del fraude en Vietnam.

Este intento de engaños, aunque no son nuevos, sí irrumpen en escena cada cierto tiempo, especialmente en periodos vacacionales, donde es verosímil que un conocido salga de viaje. "Aunque no solo, aquí los hemos tenido también un martes", asegura el inspector Sanjuan.

El primer trimestre del 2014 ha sido uno de estos periodos. "Las redes de cibercrimen hacen campañas masivas con ese tipo de timos. Aunque es antiguo, cada vez lo perfeccionan más. Si antes se notaba enseguida que el autor no era quien decía ser pues estaba escrito en un español macarrónico, ahora está mucho mejor redactado", cuenta Dani Creus, analista de Kaspersky Lab, una empresa de seguridad informática.

Creus alerta de que la abundancia de información personal que los usuarios de internet colocan en las redes sociales facilita la labor de los timadores, que pueden tener datos más precisos que hagan verosímil el mensaje de ayuda. Incluso se hacen pasar por el hotel donde se ha estado para conseguir datos con una encuesta de satisfacción de la estancia.