Tiendas de alimentación y bazares chinos eran los lugares en los que Xiaobo Hu captaba clientes para su consulta ilegal como dentista, evitando así ser denunciado por el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Aragón. Incluso, se anunciaba con un nombre falso. Sin embargo, su mala praxis hizo que su consulta fuera conocida enseguida por las autoridades, ya que varios pacientes recurrieron a otros especialistas.

Ayer, este hombre de 36 años no tuvo otra que admitir, ante la magistrada del Juzgado de lo Penal número 5 de Zaragoza, Beatriz Muñoz, que realizó intrusismo laboral desde un piso de la avenida Madrid de la capital aragonesa, durante 2011. Contra él pesaba un registro de la Policía Nacional en esa vivienda en la que incautaron abundante material y productos para la práctica de la odontología.

Xiaobo Hu reconoció que no tenía titulación correspondiente en España, pero tampoco en su país de origen. Por ello, aceptó nueve meses de prisión, que fueron suspendidos provisionalmente al no tener antecedentes penales, pudiendo ser firme si mantiene su hoja limpia durante dos años. Este es el pacto al que llegó su abogado Antonio José Muñoz con el Ministerio Fiscal y el letrado del colegio profesional que solicitaban año y medio de prisión.

El acusado no tendrá que pagar ningún tipo de responsabilidad porque ninguno de sus pacientes quisieron presentar denuncias por negligencia. De hecho, fuentes cercanas a la investigación resaltaron que sus clientes, que eran compatriotas, "sabían lo que hacían" cuando acudían a realizarse tratamientos a su consulta.

La Policía Nacional que detuvo a este hombre destacó las pésimas condiciones higiénicas en las que trabajaba. El desorden, la falta de esterilización del material o la falta de homologación de los instrumentos hubiese hecho imposible que tuviera el permiso de Sanidad.