La absoluta carencia de camas para enfermos psiquiátricos en los centros públicos de Zaragoza está provocando traslados a Teruel, doblar y cruzar camas y ocupar las salas de observación de Urgencias. La falta de espacio tiene su razón principal en la demora acumulada de la puesta en marcha de la futura unidad para agudos que se ha de construir en el hospital Miguel Servet y que, año y medio después de que el propio consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, asegurara una apertura "inminente", sigue sin llegar.

La situación es todavía peor que la denunciada en mayo del año pasado por la Sociedad Aragonesa-Riojana de Psiquiatría. Porque, desde Navidad, el colapso se va extendiendo a las otras provincias lo que dificulta, incluso, el traslado de enfermos a Teruel --el último el pasado jueves-- y obliga a los profesionales sanitarios a utilizar espacios inadecuados o, en los casos en que es posible, demorar los ingresos "si no se dan las condiciones óptimas para el ingreso y con el riesgo que eso conlleva". Incluso los centros privados están llenos, lo que también obstaculiza la concertación.

El protocolo a seguir para el cuidado de este colectivo lleva a, en primer lugar, ingresar en la unidad y, si no hay camas, preguntar en el resto de hospitales de Zaragoza. En caso de que ni el Servet ni el Royo Villanova cuenten con espacio, acudir a Huesca y Teruel. "No hay camas y estamos al 110% de ocupación", aseguró Isabel Irigoyen, presidenta de la sociedad de Psiquiatría.

EN URGENCIAS Pero el traslado no siempre es posible. En ese caso, los centros se ven obligados a doblar camas aunque esa opción tampoco es viable en unidades pequeñas, como la actual unidad del Servet, que con apenas 19 camas, no puede repartir más el espacio disponible. "Por eso se está dejando a enfermos en una sala de observación de Urgencias hasta que haya una cama libre", advirtió Irigoyen. Precisamente, el Royo Villanova disponía ayer de dos plazas.

La unidad para agudos del Servet supondría un alivio notable. Sin embargo, su apertura continúa siendo una incógnita. "Se supone que solo quedaba ajustar unas ventanas y culminar la obra, pero, año y medio después, nadie sabe su ubicación ni tiene constancia de la remodelación", apuntó Irigoyen, que incidió en que no tiene "constancia" del proyecto. "Las únicas plazas en el Servet son las 19 camas de la antigua unidad", subrayó.

La sociedad ya denunció esta misma situación hace ocho meses. Entonces, la falta de camas abocó al traslado de más de 30 pacientes a centros fuera de Zaragoza.

El Departamento de Sanidad, por su parte, sostiene que los traslados obedecen únicamente a motivos especiales, como la necesidad de sacar de su ambiente a los enfermos.

Actualmente, en Aragón existen 115 camas públicas para hospitalización psiquiátrica de agudos, lo que supone un déficit del 39% respecto a la ratio recomendada de 12-15 camas por cada 100.000 habitantes, que implicaría un mínimo de 156 camas.

Además, fueron suprimidas 16 camas en el hospital Provincial, lo que provocó que la comunidad dejara de disponer de plazas para la desintoxicación hospitalaria de conductas adictivas.

Asimismo, la Sociedad Aragonesa-Riojana de Psiquiatría también denuncia que su especialidad ha sufrido más duramente los recortes en comparación con otras disciplinas médicas, lo que ha desencadenado un empeoramiento de las ratios de recursos estructurales y humanos en salud mental en Aragón con respecto a otros territorios limítrofes. "Es la única especialidad en la que se traslada a los pacientes de un lado a otro en el día a día", criticó Irigoyen.