Los agricultores del entorno de la laguna de Gallocanta, en las comarcas de Campo de Daroca y Jiloca, están preocupados por la situación de sequía que se vive en la zona. Las observaciones meteorológicas confirman que las lluvias entre las provincias de Zaragoza y Teruel son menores que en el resto de España. Organizados en la asociación ¿Quién seca nuestros campos? temen que el uso de sistemas antigranizo esté empeorando la situación por lo que mañana presentará ante el Justicia de Aragón su carta de alegaciones contra el yoduro de plata.

Los integrantes de la asociación dicen ser conscientes «de la sequía generalizada», pero señalan que en la zona observan, cada vez con más frecuencia, que tras una predicción de lluvias está «no llegan a caer o lo hacen de forma escasa».

El portavoz de la asociación, Fernando Sánchez, teme que esta situación tenga que ver con el uso de quemadores de plata y acetona, una práctica regulada que supuestamente evita las precipitaciones de granizo y que desde su origen ha causado rechazo entre los agricultores. «Está peligrando el abastecimiento de agua de algunos pueblos y se corre el riesgo de una desaparición total de muchos acuíferos, fuentes y lagunas», indican.

Los 14 kilómetros cuadrados de laguna están secos desde el pasado mes de abril. En las últimas décadas las lluvias ha descendido hasta un 20% tanto en la zona aragonesa como en la provincia de Guadalajara. Los casi 300 agricultores que forman parte de la asociación ya ha reclamado ante la Confederación Hidrográfica del Ebro que ponga coto a las autorizaciones de lucha antigranizo

En una asamblea realizada hace 15 días en Molina de Aragón un científico del Instituto Geológico y Minero presentó los trabajos iniciales que están realizando para determinar si es la emisión de yoduro de plata a la atmósfera la que provoca esta situación. Los estudios que se han realizado hasta ahora en otras zonas de Europa no han establecido una vinculación evidente entre las dos acciones. Y algunos de ellos llegan incluso a ofrecer conclusiones contradictorias.

toma de muestras / El investigador Jesús Causapé comenzó un proyecto relacionado con el uso del agua y los agroquímicos en el 2016 y el pasado año recibió la llamada de la asociación de agricultores para que intentara abordar la investigación de forma específica en la laguna. «Es evidente que llueve menos, pero es difícil señalar las razones», apuntó con cautela.

El estudio está en fase de recogida de muestras y avanza que no se han detectado concentraciones masivas a pesar de que estos sistemas para evitar las tormentas de pedrisco se empezaron a generalizar hace 50 años. «Los que han instalado los aparatos alegan que usan muy poca cantidad de yoduro de forma que este no llega a acumularse en el suelo», indicó Causapé.

Los responsables del estudio piden mantener la tranquilidad y advierten que realizan su trabajo «con total independencia» con el objetivo de poner fin «a una inquietud social».

La distribución de los sistemas de granizo no es homogénea en toda la comunidad. Desde que comenzó su proliferación ha entrentado a cerealistas con viticultores. Y en cierto modo se mezclan las leyendas urbanas y los mitos. Un ejemplo son las manchas amarillas en los secanos que muchos achacan a restos químicos y que suelen ser en realidad concentraciones de polen.

Otra consideración aparte merecen los supuestos vuelos que en días de tormenta se usan para deshacer las nubes. Sin datos oficiales que corroboren su existencia, la queja presentada ante el Justicia de Aragón reclama «una investigación sobre un asunto tan serio y de tanta envergadura».