La falta de material hospitalario ha llevado a los familiares de pacientes ingresados a comprar pañales que, por falta de existencias, no han podido ser suministrados por el centro. Así lo asegura el propio personal sanitario de los hospitales, que ya ha recogido alguna reclamación en este sentido procedente de parientes de usuarios.

Uno de estos casos tuvo lugar el pasado fin de semana. En pleno caos por la saturación de las Urgencias y la escasez de camas y material, el hijo de un paciente cuya intervención --prevista para finales de la pasada semana-- tuvo que aplazarse, se vio obligado a acudir a una farmacia de guardia para conseguir pañales, supuestamente, a instancias del propio personal.

En ocasiones anteriores, los sanitarios recurren a otras plantas ante la carencia de material, pero, en este caso, la escasez de provisiones para hacer frente al fin de semana habría provocado la negativa del personal de otras plantas. "Otras personas en esa misma situación acudieron a casa a buscar los pañales, pero en este caso, este señor no disponía de ellos en su domicilio", indicaron fuentes sanitarias.

MÁS PEQUEÑOS En otros centros se afronta esa falta de pañales recurriendo a unos más pequeños "de stock que ni siquiera se usaban", dice una enfermera, que lamenta que "si daban para 20 pacientes, ahora usamos 60 por razones evidentes y eso no es ahorro".

Los problemas de abastecimiento alcanzan también a las plantas reabiertas para absorber la gran demanda en Urgencias. Eso, al menos, sostienen los sindicatos, aunque desde el Departamento de Sanidad rechazan este extremo e insisten en que los centros "pueden comprar lo que necesiten".

Sin embargo, el personal incide en que la orden del Salud, que instó al control de gasto en una circular mandada a final de año, sigue vigente y los problemas están dificultando la atención a los pacientes. "El personal se está viendo obligado a cortar las esponjas con gel incluido para que sirva para dos personas, faltan jeringuillas con las que se alimenta a pacientes y, si antes se usaban y tiraban, ahora se lavan bien para poder volver a utilizarlas", indicaron fuentes sanitarias.

Mientras, el Salud niega cualquier problema de abastecimiento. "De lo que piden las supervisoras apenas llega la mitad", replicó, en cambio, la enfermera de un centro hospitalario.

Por su parte, los servicios de Urgencias van recobrando la normalidad. Continúa la afluencia, pero ayer ya no existía colapso en el Servet o el Royo Villanova, aunque el servicio en el primero de ellos seguía "hasta arriba", según los propios sanitarios. La fuerte irrupción de la gripe habría contribuido decisivamente a la gran demanda. "Hay 25 personas en una sala de observación y 20 en otra, aunque se está quitando a la gente de los pasillos", indicaron desde el sindicato de enfermería Satse.