La familia García-Baquero invertirá 18,9 millones de euros en la localidad turolense de Aliaga para crear una planta de tranasformación de cenizas volantes, procedentes de la antigua térmica de carbón que hubo en el municipio, en materiales de construcción. La iniciativa, que aspira a generar entre 40 y 60 puestos de trabajo, ha sido declarada hoy de interés autonómica por el Consejo de Gobierno del Ejecutivo aragonés, lo que permite reducir a la mitad los trámites administrativos.

Este proyecto industrial está impulsado por la empresa Adenium Ibérica, propiedad de Inversiones GB Balboa, que está en manos de la conocida familia de empresarios castellanomanchegos. La inversión está basada en una investigación de diez años de duración con la que ha logrado aprovechar un material de desecho contaminante en un producto innovador, el cual está pendiente de ser certificado por una patente internacional, según ha explicado la consejero de Economía, Industria y Empleo del Gobierno de Aragón, Marta Gastón, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.