Una familia de Huesca mantiene una disputa legal para evitar que su hijo , un niño que reside con ellos desde hace seis años en régimen preadoptivo, sea entregado a sus abuelos paternos en Asturias, que lo reclaman desde hace varios años.

La Consejería de Bienestar Social del Principado, que en su día tramitó el traslado del niño para que se criara con su actual familia, ha promovido un proceso de acogimiento simple para que el matrimonio oscense pueda seguir viviendo con el menor, de 7 años. Los padres adoptivos se hicieron cargo del niño cuado éste contaba doce meses y estaba ingresado en el Centro Materno Infantil de Oviedo.

Con el citado procedimiento se trata de paralizar la ejecución de una sentencia de la Audiencia Provincial que, hace cuatro años, acordaba la reintegración "de forma gradual" del niño con sus abuelos paternos, que residen en Gijón, y que nunca se llegó a hacer efectiva ante los numerosos recursos planteados por la administración ante los distintos órganos judiciales.

Los abuelos paternos han denunciado la actuación "boicoteadora" de la Consejería al impedir que el niño pueda estar definitivamente con su familia biológica.

La administración avala su actuación en los informes de los psicólogos que mantienen que por encima de todo debe prevalecer "el interés del menor" y que éste podría presentar un retroceso en su evolución si se le separa de su entorno actual. De forma simultánea, los padres preadoptivos han iniciado otro procedimiento civil ante el juzgado de Familia de Oviedo para solicitar el acogimiento permanente.

PERIPLO JUDICIAL La madre biológica estaba bajo la tutela del Principado cuando quedó embarazada de su novio. En ese momento, ambos eran menores y no tenían recursos económicos para su manutención.

Cuando el niño tenía 22 días se declaró su situación de desamparo, por lo que la administración, siete meses después, inició un proceso de acogimiento, al que se opuso el padre biológico. Cuando el niño tenía un año se trasladó a vivir a Huesca con el matrimonio compuesto por M.M. y J.L., que desde que el niño tenía cuatro meses le visitaba cada fin de semana en el Centro Materno Infantil. Los abuelos paternos apelaron la decisión y a partir de ese instante comienza un largo periplo en los juzgados que hoy, seis años después, no ha concluido. El expediente recayó en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Oviedo. El tribunal estimó el recurso de los abuelos y revocó el acogimiento. En el auto, los magistrados acuerdan que el niño se traslade a Asturias con sus abuelos durante dos años.

Entre recursos y apelaciones por ambas partes, el juzgado de primera instancia 7 acuerda que el niño se entregue a los abuelos y la administración se opone. Entre tanto, el juzgado 7 pasa a ser el juzgado 2 que inadmite la suspensión, pero pide que se haga la convivencia "de forma gradual y escalonada".

El 6 de septiembre de 2002 se propone que el menor vaya de forma paulatina con sus abuelos sin romper definitivamente sus lazos afectivos con Aragón. El juzgado acepta, en 2003, que se haga un trabajo de apoyo de un año a un año y medio con la familia.

La familia biológica pide, en marzo de este año, la entrega inmediata del menor. El juzgado lo rechaza. El 5 de abril se propone el acogimiento simple y se pide que todos los técnicos realicen una valoración.

De momento, el niño continúa con su vida habitual en Huesca, mientras la administración, sus padres preadoptivos y sus abuelos paternos siguen inmersos en una batalla legal por su custodia.