A partir de ahora, las familias ya podrán acceder al colegio en horario lectivo para medicar a sus hijos. La medida, que hasta ahora quedaba a voluntad de cada centro al estar sin regular, se aplicará sobre niños que sufran una enfermedad crónica, como diabetes, episodios epilépticos o asma, según explicaron ayer la consejera de Educación, Mayte Pérez, y su homólogo de Sanidad, Sebastián Celaya, en la presentación del nuevo protocolo para favorecer la adquisición de hábitos saludables a través de la escuela.

En todo caso, el plan incluye, asimismo, la formación de docentes para que, de forma voluntaria, puedan ser ellos los que administren esta medicación. Así, las familias tendrán que llevar al centro escolar un formulario de referencia en el que se especificará qué tipo de fármaco y cómo debe administrarse, todo supervisado por el pediatra del menor, al que el centro recurrirá en caso de necesidad. «No se trata de cargar al docente, sino de darle seguridad a este, a las familias y a los equipos directivos», aseguró Pérez.

Así, cada colegio tendrá asignado un centro de salud de referencia que dirigirá los protocolos en situaciones de emergencia y colaborará en la atención de alumnado con estas patologías. «El plan tiene como objetivo no estigmatizar al alumnado con algún tipo de enfermedad crónica o rara y que pueda desarrollar su actividad escolar con normalidad», indicaron ayer desde la DGA.

A pesar de la demanda del colectivo de enfermería, no habrá un profesional en cada centro «Hay que optimizar recursos», indicaron los consejeros.