Es junio el mes indicado para hacer balance del curso educativo en Aragón y lo cierto es que familias, estudiantes y sindicatos coinciden a la hora de reclamar «más» al departamento dirigido por Mayte Pérez. Unos piden «que no ceda» ante la escuela concertada; otros reclaman «derechos de docentes e interinos»; mientras que otros insisten en la necesidad de «detener» los efectos de la polémica LOMCE.

Las reclamaciones y los deberes por hacer se entremezclan con las coincidencias a la hora de valorar positivamente cuestiones como el pacto educativo, el incremento de becas o el impulso a la innovación.

Desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar) destacaron el «impulso necesario e importantísimo» que se ha dado a la escolarización, sobre todo en los barrios del sur, así como la ampliación de la oferta de plazas en Educación Especial o el afianzamiento de la escolarización temprana. Sin embargo, reclaman al departamento que trabaje «para recuperar la gratuidad de los libros de texto» y que modifique las fechas de celebración de las pruebas extraordinarias en Secundaria, «que deben pasarse de septiembre a julio para no generar más desigualdad», señalaron.

Por su parte, la Federación Cristiana de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fecaparon) criticaron «el carácter sectario y de ceguera ideológica, plagada de prejuicios» por parte de Educación en relación a la escuela concertada. «La DGA crea problemas donde no los había y genera una conflictividad sin precedentes en la comunidad», indicaron desde este colectivo, quien denunció «el déficit de financiación» en la concertada. Por contra, valoraron las ayudas a la formación de los padres o el «incremento de la sensibilidad» para apoyar a las personas que sufren acoso.

lomce / En el lado de los alumnos, la Federación de Estudiantes de Aragón (Fadea) consideró que «sigue habiendo problemas» en infraestructuras como la calefacción en el instituto Pignatelli o los barracones en algunos centros. «La LOMCE sigue generando problemas y exigimos su derogación», dijeron. Así, apuntaron también a la «lentitud e indecisión» del Gobierno central respecto a la nueva Selectividad.

Entre los aspectos positivos del curso, los estudiantes apuntan a recuperación de los programas para atender la diversidad o al alumnado transexual, los planes contra el acoso, la «racionalización» de la oferta educativa, los proyectos de innovación y el pacto, al que reclaman un «compromiso económico».

En el apartado sindical, CSIF tiene claro que Educación se merece un «suspenso» en la gestión. «Ha decelerado cuantiosa y cualitativamente en el avance de la recuperación de lo perdido y por ende, en la mejora de la calidad de educación pública aragonesa», señalaron.

Desde UGT Aragón destacan, entre otras cosas, «el coto puesto a la precarización de los interinos», aunque «se echa en falta», dicen, «una amplia oferta de empleo público». También demandan un Plan de Bilingüismo, «que ya debería estar perfilado y que tenga en cuenta la calidad y los derechos del profesorado», añadieron.

Por parte de la Federación de Enseñanza CCOO Aragón consideraron que el sistema educativo «está siendo parcheado» con la implantación de centros integrados, con la apertura de aulas de 2 años y de alumnado con necesidades educativas especiales. «Diversificar los modelos educativos no ayuda a una correcta planificación», indicaron.

Desde CGT valoraron el incremento de la jornada continua, pero destacaron la «timidez» de la DGA con la no renovación de «tan solo» 13 aulas «cuando en realidad sobran más de 50». Por último, STEA-i pidió «una reflexión» a Educación de su gestión y apuntó que el curso acaba «con caos absoluto» en los institutos debido a la promoción.