La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de la escuela pública (Fapar) mostró ayer su satisfacción con las instrucciones remitidas recientemente a los centros por parte del Departamento de Educación, en las que se unifica facilitar los exámenes corregidos de sus hijos a las familias que los demanden «justificadamente».

El colectivo, que asegura que «algunos centros ya lo hacen, especialmente en Primaria», «El derecho y la obligación que distintas leyes (incluida la 39/2015, del 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones en su artículo 53) reconocen a las familias de estar informados sobre el proceso de aprendizaje de nuestros hijos, así como de participar y apoyar dicho proceso en colaboración con el profesorado, justifica estas instrucciones», aseguran desde el colectivo de familias.

Para Fapar, el examen escrito «es una herramienta más en el proceso de evaluación del aprendizaje de nuestros hijos, de esta manera se camina hacia una mayor objetividad, transparencia, implicación y respeto hacia el trabajo del profesorado».

La federación asegura no compartir «las opiniones vertidas sobre desautorización del profesorado, de riesgos de comparativas que puedan establecerse o de filtraciones de exámenes». Así, respecto a lo primero, «el hecho de que deban facilitarse estas copias sobre exámenes corregidos contribuirá a que las familias percibamos dónde están fallando nuestros hijos y podamos así colaborar en la mejora de su proceso de aprendizaje». Además, las posibles comparativas entre correcciones de exámenes «no pueden servir sino para garantizar la objetividad y transparencia de un proceso que debe ser garantista y en consecuencia no tienen que suponer riesgo sino oportunidad de mejora». En lo relacionado a posibles filtraciones de exámenes, «entendemos que ese miedo limitaría y cuestionaría la capacidad del docente para fijarlos, lo que las familias no compartimos».