La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Aragón (Fapar) solicitará al Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) los datos referentes a los comedores de verano, abiertos desde julio, y también la información relacionada con las ayudas en alimentación para las familias del medio rural.

Así lo aseguraron ayer fuentes del colectivo, quienes recalcaron que su objetivo es conocer "la inversión que se ha llevado a cabo en esta iniciativa y, al mismo tiempo, saber a dónde se va a destinar el excedente de dinero". El plan, gestionado desde el IASS y financiado por el Ministerio de Sanidad, está destinado íntegramente a la pobreza infantil y a la nutrición de los escolares sin recursos de la comunidad.

Desde Fapar tildaron de "fracaso" la iniciativa, ya que, según apuntaron, "la demanda no fue la esperada porque la DGA se equivocó en las formas de convocatoria, con plazos muy cortos y con la condición de que fueran alumnos que habían tenido beca de comedor durante el curso".

SIETE COMEDORES El programa, puesto en marcha en julio y en agosto, se está desarrollando en siete comedores de varios centros educativos de Aragón. Cuando expiró el plazo para presentar solicitudes a una de estas plazas, un total de 353 alumnos habían solicitado asistir a alguno de los comedores que están funcionando en las tres capitales de provincia de Aragón. Sin embargo, "más del 30%" de las peticiones, según recordaron desde Fapar, fueron "rechazadas" porque no cumplían con los requisitos.

"Habremos sido muy críticos con el IASS y con su directora, Cristina Gavín, pero es que los datos justifican el fracaso. Solo dieron, al principio, tres días de plazo para solicitar la ayuda y luego tuvieron que ampliar a una semana cuando vieron que jugaban con el tiempo en su contra", matizaron desde Fapar.

El colectivo añadió que "otro condicionante negativo" para pedir la beca de comedor estival y que "impidió" a numerosas familias acceder a la ayuda fue "la falta de información" ofrecida. "Muchas familias presentaron su solicitud en los colegios, pero era finales de junio y estaban cerrados, tuvieron que ir al IASS con poca información", dijeron.

Los comedores se pusieron en marcha en los colegios José Antonio Labordeta, Tenerías, Joaquín Costa, Monsalud y Las Fuentes, de Zaragoza; en el Pirineos-Pynénées de Huesca, y en el Ensanche de Teruel.

Respecto al dinero sobrante de la ayuda --no se ha invertido todo debido a que la demanda no ha sido alta--, Fapar insistió en que su destino sean "programas de pobreza infantil o cualquier iniciativa de servicio social", señalaron.

Para los escolares que residen en zonas rurales de Aragón, desde la DGA se fijó también a comienzos de este verano un sistema de ayudas directas, que pasa por la entrega de un cheque para comida de 180 euros para el primer niño y de 120 para los siguientes, siendo 600 euros el tope máximo para recibir cada familia. "También queremos saber cómo ha sido el reparto de estas ayudas y la gestión de la inversión", añadieron desde Fapar.