El farmacéutico de Aguilón, Daniel H. S., el último de los que quedaban encerrados en relación con la operación Convector, salió ayer de prisión. Al parecer pudo reunir la fianza de 100.000 euros que le había impuesto el juez Jerónimo Cano como condición para recobrar su libertad, según adelantó Aragón Televisión.

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel envió el martes a la cárcel a otros dos implicados en la trama, cuyas identidades no fueron precisadas. Formaban parte de los doce interrogados de la última fase del operativo, hasta ahora.

En cuanto a las farmacias, tras la reapertura de la de Alloza anteayer, solo quedan precintadas dos en Zaragoza capital. La de la calle Violante de Hungría, regentada por Domingo y Carlos A. B., y la de la calle La Caza de Valdespartera, de José Antonio O. O..

La Guardia Civil no descartó nuevos cierres a medida que las pesquisas avancen por otras provincias. Por el momento, aunque sí se han cerrado almacenes, legales e irregulares, en Cataluña, Valencia y Andalucía, no ha trascendido que haya más farmacias implicadas. Pero resulta difícil de creer que estos almacenes se nutrieran solo de fármacos provistos desde Aragón.

La única relación que apuntó el instituto armado con boticas de otras comunidades fue la de una de Pamplona, que estaba relacionada con uno de los almacenes clausurados en Valencia. Pero se trataba en principio de una operación anterior, sin aparente vinculación con Pharmakon y Convector. La investigación también podría avanzar en Europa, destino de la exportación.