Algunas de las farmacias de Zaragoza advierten de un previsible desabastecimiento de determinadas marcas comerciales de medicamentos en los próximos días, tras la entrada en vigor, ayer, de la orden de precios de referencia del Ministerio de Sanidad, que recorta considerablemente el coste máximo subvencionado. Una norma que ha obligado a los laboratorios a una reducción de sus productos de hasta un 80%.

Y es que el año comenzó con buen pie para quienes se acercaron hasta una farmacia de guardia y comprobaron cómo su medicamento había bajado de coste. Un recorte que afecta a un total de 2.070 fármacos, que suponen una cuarta parte de los existentes. Se trata de los fármacos más antiguos, para los que existen especialidades genéricas. Algunos de ellos tan conocidos como Prozac --que disminuye un 40%-- o Voltaren, ahora un 43% más barato.

Las farmacias de la capital vivieron ayer un día bastante tranquilo, aunque todas admiten haber trabajado intensamente durante los últimos días actualizando los precios de los envases almacenados. Además, han tenido que adaptarse a las nuevas recetas médicas. Ya que a partir de ayer, el farmacéutico tiene la obligación de dispensar el producto cuyo precio sea igual o inferior al de referencia, independientemente de la marca que el médico escriba en la receta. A no ser que el propio paciente pague de su bolsillo dicho fármaco.

Rechazo al genérico

De ahí que el pasado miércoles 31 de diciembre, algunos consumidores acudieran a comprar su medicina con la intención de obtener su habitual marca subvencionada. "El comprador, sobre todo si es jubilado, es bastante reacio a cambiar su habitual marca de fármaco por un genérico. Por lo menos en nuestra farmacia", señalaba ayer una de las de guardia.

En cuanto a las consecuencias de esta nueva medida, los propios farmacéuticos no se ponen de acuerdo. Unos expresan sus dudas sobre el ahorro que el ministerio pretende con esta decisión, porque aseguran que el gasto volverá a ser reabsorbido en pocos meses. Otros insinúan que los laboratorios subirán los precios de los medicamentos en la próxima revisión, que comenzará a aplicarse en el 2005; que bajarán las dosis de los compuestos, o que incluso algunos de ellos llegarán a desaparecer del mercado español.

La ministra Ana Pastor negó el miércoles el desabastecimiento y recordó que la orden sirve para hacer compatible la comercialización de nuevos medicamentos, cuyo precio es elevado, con la de otros que llevan mucho tiempo en el mercado y ya han amortizado su periodo de investigación. La Dirección General de Farmacia prevé un ahorro de 400 millones de euros al año con esta medida, el 8% de la factura pública de medicamentos. La patronal farmacéutica, Farmaindustria, asegura que tendrán pérdidas superiores a los 600 millones.